Estudios recientes concluyen que la baja autoestima en mujeres se asocia de manera estadísticamente significativa con haber experimentado violencia.
En 2020 aun sin haberse alcanzado la igualdad, se han dado pasos significativos que nos acercan a ella.
[19] «Violencia contra la mujer» es el término que utiliza la ONU para referirse a la violencia ejercida contra las mujeres por razón de su sexo, la define como: «todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada».
Actualmente la familia patriarcal puede aparecer desdibujada; en sus orígenes, convirtió a la mujer en objeto propiedad del hombre, el patriarca.
Este tipo de familia patriarcal ancestral sufrió durante la República y el Imperio numerosas modificaciones.
En determinados momentos la mujer llegó a conseguir una cierta emancipación: podía divorciarse en igualdad de condiciones con el hombre, dejó de mostrarse como la mujer abnegada, sacrificada y sumisa y en la relación entre esposos se vio matizada la autoridad del marido.
Esto ocurría principalmente en las clases altas y no evitó que la violencia siguiese dándose en el seno del matrimonio «dirigida a controlar y someter a las mujeres mediante la agresión física o el asesinato».
Una sociedad que rendía culto a la violencia, la ejerció también contra las mujeres y estas se convirtieron frecuentemente en moneda de cambio para fraguar alianzas entre familias.
Fueron las organizaciones feministas en la segunda mitad del siglo XX las que dieron visibilidad plena al problema de la violencia contra la mujer.
[38] Hoy en día numerosos países cuentan con estrategias específicas para combatir la violencia contra la mujer.
Estos países han modificado su legislación incluyendo en ella leyes contra la violencia hacia la mujer, diseñan planes generales y sectoriales para combatirla y promueven campañas para interesar a los diferentes ámbitos de la sociedad en este problema.
Estas estrategias han servido a su vez para sensibilizar a Estados y Sociedad ante otras formas de violencia: contra la infancia, ancianos, minusválidos, colectivos minoritarios, etc.[37] No obstante, la violencia contra la mujer sigue produciéndose en altas tasas.
La infancia es especialmente vulnerable a la violencia y la niña sufre un plus añadido por su condición femenina.
A la ablación, generalizada en determinadas comunidades e ineludiblemente ligada al sexo femenino, el comercio sexual que puede arrancar ya en el seno de la familia con la venta de la niña, o el infanticidio y los abusos sexuales, más frecuentemente ligados al sexo femenino, se une una más estricta autoridad paterna, ejercida también por hermanos, y una educación discriminatoria que limita sus expectativas vitales.
[44] En China, la imposición del «hijo único» en 1978, en un país con una marcada y ancestral preferencia por la descendencia masculina, multiplicó este tipo de infanticidios.
«El llamado "turismo sexual" es una de las formas contemporáneas del saqueo al que viven sometidos los países pobres.
[…] Según la UNICEF existen en torno a doscientos mil adeptos del turismo sexual» (cuatro de cada diez turistas que visitan Tailandia lo hacen solos).
En relaciones de pareja conflictivas pueden surgir peleas y llegar a la agresión física entre ambos.
Tiene unas causas específicas: los intentos del hombre por dominar a la mujer, la baja estima que determinados hombres tienen de las mujeres; causas que conducen a procurar instaurar una relación de dominio mediante desprecios, amenazas y golpes.
Dentro de la violencia generada hacia la mujer, se encuentra la psicológica, sin duda sutil y grave a su vez.
[66] En ella se traslucen los iconos atávicos presentes aún en la mente del hombre, lo que se conoce como machismo: implica un menosprecio de la mujer considerándola como mero objeto destinado a satisfacer las apetencias sexuales y la convicción de que la mujer debe estar sometida al hombre.
Estarían más expuestas a ser violadas aquellas mujeres con mayor determinación ante los requerimientos sexuales no deseados; lo que indicaría que muchas violaciones no llegan a producirse al ceder las mujeres ante relaciones sexuales impuestas.
En tiempos de guerra las mujeres se convierten en objetivo para castigar a la comunidad enemiga.
[…] En la mayoría de las comunidades musulmanas no se aplica la ablación, pero el imaginario social y religioso la ha asociado al Islam».
Por eso se han desarrollado algunas formas de prevenirla, pero esto no significa que siempre sea eficaz.
Desde los años noventa muchos países han venido incorporado a su legislación leyes para combatir la violencia contra la mujer.
[91] En 2021 según la Fiscalía General del Estado se registraron 108 feminicidios de los cuales en 83 casos identificaron a los agresores.
En Perú en 2015 se aprobó la Ley n.º 30364 Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar[102] Recientemente se ha incorporado con un delito en el Código Penal peruano, el delito de acoso, el cual también contribuye a la lucha no solo de la violencia contra la mujer, sino contra los niños y personas en general.
Según la publicación de RPP; Perú es el séptimo país en América Latina donde suceden más feminicidios.
La ley en mención protege a cónyuge violentado, esta ley estipula mecanismos administrativos y judiciales para garantizar los servicios de consulta a nivel de prefecturas municipios comisarías y ONGs especializados.