A finales del siglo XIX, una ola de ataques con vitriol se produjo en Europa, particularmente en Francia y el Reino Unido.
La ocurrencia extendida de estos ataques llevó incluso a acuñar el término “la Vitrioleuse”, descrita como una mujer, generalmente pobre, que perpetraba crímenes de pasión contra maridos infieles o contra sus concubinas para desfigurarlos e impedir futuras relaciones amorosas.
[cita requerida] El ácido se emplea como un arma contra mujeres que rechazan propuestas sexuales y ofertas de matrimonio.
[cita requerida] Los individuos que ejecutan el ataque no son necesariamente los instigadores del mismo.
Pese a que no hay datos estadísticos confiables al respecto, muchos ataques se cometen con la complicidad de varias personas.
[9] Entre 1999 y 2012, en Bangladés se han registrado 3.112 casos, de acuerdo con los datos facilitados por la Acid Survivors Foundation (ASF).
[6] Sin embargo, existen también algunas diferencias; en particular, las víctimas no necesariamente se concentran en una sola clase, religión o casta, si bien el riesgo es mayor para los “intocables”;[12] adicionalmente, los casos reportados están en aumento.
No existen estadísticas estatales confiables respecto del número de casos, porque los ataques con ácido son clasificados en diferentes artículos del Código Penal (intento de asesinato, daños personales premeditados, etc.) y la cifra negra es alta.
De acuerdo con la Cambodian Acid Survivors Charity (CASC), entre 1985 y 2009 se reportaron 236 víctimas, con tendencia creciente durante ese período.
[13] Sin embargo, entre 2009 y 2012 los ataques muestran una tendencia decreciente, con un total de 7 casos reportados en el año 2012.
Sin embargo, según Human Rights Watch, el número de víctimas debe ascender a 400-750 por año.
[18] Incidentes de ataques con ácido se han reportado en el Medio Oriente (incluyendo Irak, Irán, Arabia Saudí, Yemen, Egipto y Gaza), pero no se dispone de estadísticas confiables sobre la dimensión del fenómeno.
[20] Según estadísticas del Instituto de Medicina Legal, 56 mujeres fueron víctimas en 2010, 46 en 2011 y 80 en 2012.
A 2015, casi mil personas han sido víctimas de ataques con ácido.
Sin embargo, las agresiones con estos ácidos han hecho que en Bangladés, por ejemplo, deban ser considerados jurídicamente como un arma.
[34] A menudo, las autoridades policiales y judiciales de los países tienen dificultades para aplicar el tipo penal adecuado ante agresiones con ácido.
En ocasiones no encajan como violencia doméstica porque se producen fuera del hogar.
[31] En los últimos años, varios países han introducido legislación especial para penalizar los ataques con ácido como un delito independiente y agravado.
Adicionalmente, arrojar o intentar arrojar ácido sin causar ningún daño físico o menal se penaliza con 3 a 7 años de prisión y una multa equivalente a $ 700 USD.
Los cómplices en estas conductas asumen la misma pena que los autores materiales del crimen.
En Pakistán este principio no es vinculante y es poco aplicado, de acuerdo con reportes del New York Times.
En Colombia, en 2013 se reformó el Código Penal para tipificar este delito y aumentar las penas a los atacantes que usen sustancias corrosivas.