Un hombre con carácter que está bajo estrés no va a llorar y lloriquear como podría hacerlo una mujer o un niño".
Scheff analiza cómo se manifiesta esta insistencia en la indiferencia emocional en las definiciones físicas de la hipermasculinidad: "Reprimir el amor y las emociones vulnerables (pena, miedo y vergüenza, esta última en forma de sentimientos de rechazo o desconexión) conduce al silencio o al retraimiento, por un lado, o a actuar con ira (hostilidad flagrante), por otro.
[6] Esto se basa en el hecho de que los elementos físicos y emocionales del comportamiento hipermasculino se manifiestan regularmente en la publicidad, el cine de Hollywood e incluso en los videojuegos mediante el uso de imágenes muy fuertes: hombres musculosos que dominan a las mujeres en los anuncios, actores que representan a personajes masculinos incondicionales que no ceden a los atractivos emocionales de sus homólogas femeninas e innumerables videojuegos cuyos argumentos se basan estrictamente en la violencia.
Entre los artistas homosexuales que explotan los tipos hipermasculinos figuran Tom of Finland y Gengoroh Tagame.
El anuncio también viste estratégicamente a Mustafá de vaquero para representar a un hombre trabajador y rudo en un intento de crear un mayor atractivo hacia los hombres para que se parezcan y huelan como él.
Sin embargo, estos roles de género pueden tener un impacto negativo en los hombres y en su bienestar mental.
Además del entorno, otro factor imprescindible para el crecimiento de un niño son los padres o los adultos que le rodean.
Estas relaciones son una gran variable en el crecimiento y desarrollo de los jóvenes.
Esta estrategia paterna de ser estricto o más duro con los jóvenes afroamericanos hace que repriman sus emociones debido a la idea errónea de que esto les hace más hombres.
[22] Por ejemplo, el famoso actor Will Smith cría a sus hijos de una forma poco ortodoxa.
Una cita del famoso artista Donald Glover describe la rabia que muchos varones negros sienten por su propia hipermasculinidad.
La idea de que siempre debemos ser fuertes realmente nos presiona a todos, nos impide crecer".
En su libro de 2002 Soul Babies: Black Popular Culture and the Post-Soul Aesthetic, Mark Anthony Neal afirma que la masculinidad negra se convirtió en sinónimo de una identidad negra unificada durante el Movimiento por los Derechos Civiles.