Puede considerarse el arbitrismo como la primera literatura económica digna de tal nombre, simultánea y en buena parte precedente del mercantilismo de otras naciones europeas, como Francia e Inglaterra.[3] Arbitrista es quien dirige un memorial[4] al rey solicitándole que tome tal o cual arbitrio.La producción de literatura memorialística sufrió una inflación comparable a la que se estaba dando en la economía real durante la revolución de los precios del siglo XVI y se incrementó con la crisis del siglo XVII, en una coyuntura económica depresiva.Intuyó el concepto de estructura económica y de forma consecuente propuso no una, sino un amplio abanico de iniciativas que hubiera podido sacar al reino del marasmo en que se encontraba, como aumentar la productividad, fomentar el crecimiento demográfico, extender los regadíos e iniciar una repoblación forestal.En 1619 hizo unos Discursos que serían posteriormente reeditados en 1746 como Restauración política de España.Ahonda en la teoría cuantitativa del dinero y representa el más completo modelo español de Mercantilismo.Su solución fue proponer un severo Proteccionismo de disciplina mercantilista supervisado por la Inquisición.Además había que promocionar la industria como propondrá más tarde Colbert en Francia.[11] Su obra fue muy valorada por las Cortes, que apoyaban esa iniciativa, y la reeditaron en 1618.
Jacinto de Alcázar Arriaza
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Medios políticos para el remedio único, y uniuersal de España librados en la execucion de su práctica
. 1646.