Este hecho quizá trajo dificultades económicas a la familia y orientó la carrera del hijo menor, algo muy frecuente por entonces.
Durante ese período ejerció su oficio de músico y estableció relaciones que le ayudarían en su obra posterior.
Al poco acogió a sus sobrinos Miguel y Pedro, que desempeñarían importantes papeles en el Monte.
El cargo llevaba aparejado un sueldo de 500 ducados que le ayudaban a mantener los gastos ocasionados por el Monte.
Una calle situada en el barrio madrileño de Aluche lleva su nombre: la avenida del Padre Piquer.