Un monte de piedad (del italiano Monte di Pietà) o montepío es una entidad benéfica[1] donde los pobres pueden obtener sumas en metálico empeñando sus pertenencias (ver crédito prendario) y así satisfacer sus necesidades más primarias.
[5] Los primeros montes de piedad fueron establecidos desde 1462 a 1490 en Perusa, Savona, Mantua y Florencia.
Con lo cual el acceso al crédito estaba vedado o era muy restrictivo en cuanto al pago de los compromisos o estaba a merced de la usura para los agricultores, artesanos, pequeños comerciantes y los pobres.
La palabra Monte hacía ya referencia a una caja pública o una masa metálica de dinero.
Las ciudades estados italianas habían instaurado Montes desde el siglo XII para afrontar necesidades financieras o de obras públicas.