Kaulak

Fundador en 1904 del estudio Kâulak, desde el primer momento pasó por sus salones la alta sociedad madrileña, incluida la realeza.[4]​ Como fotógrafo cultivó un retrato pulcro, profesional y «purista» al servicio de la burguesía,[5]​[6]​ llegando a afirmarse que «cayó presa del academicismo temático».En lo que se refiere a la música, faceta menos conocida, fue autor de una decena de piezas (rigodones, valses, pasodobles, polcas, etc.), la mayoría fechadas a finales del siglo XIX, destacando por su relación con la fotografía Kâulak, vals brillante para bailar (1908), que compuso para obsequiar a los clientes que se retrataban en la galería.[20]​ El referente teórico fue el libro Pictorial Effect in Photography[21]​ del pintor y fotógrafo inglés Henry Peach Robinson, publicado en 1881.[28]​ En 1903, en el artículo «La fotografía ¿puede o no puede ser arte?», manifestó que la clave se encontraba en el sentimiento y no en la herramienta, planteando que la valoración debía hacerse tras contemplar y analizar las obras de autores pictorialistas como Constant Puyo y Robert Demachy: «Toda fotografía es arte al ser susceptible de producir obras artísticas».[30]​ También explicó su complementariedad al matizar que aunque algunos artistas vieron un enemigo en la cámara, otros la emplearon como instrumento de trabajo.En 1912 rebatió las tesis del crítico de arte Dionisio Pérez, quien había publicado en Mundo Gráfico un texto laudatorio sobre el fotoperiodista Campúa (José Demaría López), refiriéndose a su obra informativa como artística.Entonces afirmó que la fotografía jamás estaría a la altura de las cinco grandes artes: música, pintura, escultura, poesía y arquitectura.Para Coloma los personajes retratados llegan a «Trascender el aura de prestigio, dignidad, fama y popularidad que les rodea, para ofrecer una visión introspectiva y personal».[40]​[4]​ Del período pictorialista se conserva en la Biblioteca Nacional de España un conjunto de composiciones del natural (negativos en soporte vidrio) realizadas en Álora (Málaga), Beniaján (Murcia), Elche (Alicante) y Valdemoro (Madrid) entre otras localidades.En otra fotografía, tomada en Valdemoro, se hacen insignificantes los personajes frente a la naturaleza, sin perder por ello protagonismo.[4]​ Para el autor, la dificultad consistía en captarlo o representarlo fielmente, en el sentido de obtener una imagen que fuera aceptada por el/la modelo, y que al mismo tiempo respondiera a su personalidad.En ese sentido Kâulak fue un psicólogo que analizó los comportamientos y la fisonomía del modelo con objeto de conseguir la mejor imagen, teniendo en cuenta los rasgos, gestos, poses, y otros detalles puntuales como el vestido o los accesorios elegidos como atrezo.El segundo criterio, la iluminación, tenía como función conseguir efectos mediante el manejo de la luz, natural o artificial, para con ello obtener relieves, profundidad, sombras, o cualquier otro resultado impactante.En cuanto a la expresión, al gesto, las reglas eran abiertas porque cada sujeto, cada tipo, cada fisonomía, requerían de un tratamiento diferente.El periodista Alfredo Escobar Ramírez, apodado «Mascarilla», escribió sobre su metodología en 1913: «Prepara y compone a la manera de un Reynolds o un Gainsborough, quitando rigidez a las figuras, prestándolas vida».A esa muestra concurrieron numerosos autores, entre ellos el polifacético José Ortiz Echagüe y varios de los jóvenes que formarían parte de la segunda generación pictorialista: José Tinoco y Francisco Andrada (Madrid), José María Armengol (Barcelona), Vicente Martínez Sanz (Valencia), Enrique Guinea (Vitoria), Julio Peinado (Gijón) o Francisco Garay (Valladolid).[44]​ El mencionado Mascarilla le calificó como el «retratista de las bellas»,[42]​ sin embargo, la cantidad y calidad de estos retratos no desmerecieron a los masculinos como puede observarse en los numerosos originales conservados en la Biblioteca Nacional.El 15 de agosto de 1919 escribió en la revista Unión Fotográfica: «En Londres, en la casa de Miss Alice Hugues, la exquisita artista, no trabaja un solo hombre, y aquí, en Madrid, en plena Puerta del Sol, tenemos a la casa Kodak en la que, muchísimas muchachas, revelan, fijan, lavan, amplían, tiran y hacen cuanto hay que hacer en las fotografías».La visualidad o visualitas es definida por la Real Academia como el «efecto agradable que produce el conjunto de objetos vistosos», por lo que aplicada al retrato sería el efecto agradable transmitido por la persona fotografiada.[46]​[4]​ En cuanto al repentismo, el término no lo recoge el Diccionario de la Real Academia, pero si repentizar y repente, definidos como «improvisar con rapidez» y «movimiento súbito o no previsto».Se refería al profesional capaz de improvisar en una situación específica, factor clave en el retrato.El pintor Apeles Gómez puso en valor la muestra destacando la agilidad del fotógrafo para afrontar y responder al compromiso:[4]​Llevó a cabo una extensa obra caracterizada por el retrato, tanto en su etapa amateur (1895-1904) como profesional en la galería (1905-1933): Sus composiciones pictorialistas reflejan la corriente artística del momento, si bien fue con el retrato donde desarrolló en mayor medida su creatividad, especialidad que practicó habitualmente y que estudió con interés.Teorizó sobre la forma de realizar los retratos, estableciendo como criterios esenciales la composición, la iluminación y la expresión.
Calendario de pared de Kâulak ( Mundo Gráfico , 1913)
Apuntes para un diccionario de pintores malagueños del siglo XIX (1908)
Tumba de Kâulak
Dalton Kâulak, Retrato de Julia Schmidtlein y García-Teruel con su hija Carolina de Bermejillo , Madrid, 1908.
El político Eugenio Montero Ríos fotografiado por Kâulak.
Retrato del escultor Agustín Querol en la portada de Actualidades (1909). Fotografía de Kâulak.
Retrato de Isabel Brú ( El Teatro , 1905)
«Rosalima, notabilísima y aplaudida canzonetista». Fotografía de Kâulak para un anuncio de la marca Peele ( La Esfera , 1920).
La actriz Luisa Puchol fotografiada por Kâulak ( La Esfera , 1920)
Alfonso XIII retratado por Kâulak ( La Esfera , 1915)
Anuncio del estudio fotográfico de Kâulak
Patio de Santo Tomás de Villanueva de la Universidad de Alcalá.
Patio de Santo Tomás de Villanueva de la Universidad de Alcalá .