[1] Comenzó su carrera artística como pintor de la escuela prerrafealista,[cita requerida] profesión que abandonó para dedicarse a la fotografía, abriendo un estudio fotográfico en 1857.
Su obra más célebre, Los Últimos Instantes, 1858, es considerado el primer fotomontaje de la historia (cada una de las personas que aparecen corresponde a un negativo distinto).
Muestra a una joven moribunda en representación teatral, donde nada queda de los aspectos documentales o testimoniales propios de la fotografía.
Al igual que Oscar Gustav Rejlander recurre al fotomontaje con el empleo de varios negativos (en esta obra un mínimo de 4), pero sin embargo su obra tiene más que ver con el romanticismo (algunos críticos señalan que el fondo y el personaje del padre recuerdan al paisajista alemán Friederich).
Las ideas que habrían de provocar el nacimiento de esta última, se encontraban en su obra teórica Efecto Pictorial en Fotografía, 1869, la cual supone un referente básico del pictorialismo fotográfico.