Su padre, miliciano nacional durante el Trienio Liberal (1820-1823), acompañó a las Cortes a Cádiz durante la invasión de los Cien mil hijos de San Luis y fue represaliado durante la Ominosa Década a causa de sus convicciones liberales.
Sus estudios sobre un eclipse de sol, hacia 1862, le dieron fama internacional, reproduciéndose elogiosamente sus artículos en revistas científicas de Berlín, San Petersburgo y Roma.
Entre ellas se encuentran: Apuntes para una biblioteca científica española del siglo XVI: estudios biográficos y bibliográficos de ciencias exactas físicas y naturales y sus inmediatas aplicaciones en dicho siglo (1891), premiado por la Biblioteca Nacional de Madrid y donde reúne los datos biobibliográficos de los científicos españoles que durante el siglo XVI despuntaron en sus campos respectivos, sin olvidarse de que hasta el siglo XVI la hegemonía española fue patente en campos como la geografía, cosmografía y la navegación (tanto los pilotos ingleses como los franceses aprendieron a navegar en los textos de Pedro de Medina, Fernández de Enciso y Martín Cortés, entre otros).
Muchas de estas obras fueron muy reeditadas, y además escribió artículos en revistas científicas.
Ha sido justamente considerado un talento enciclopédico, quizás el último de su tiempo.