Gravemente enfermo, en febrero de 1895 volvió a España para morir en su patria.
[2] Previamente había estudiado en Valladolid y Jurisprudencia en Madrid, carrera que acabó en dos años antes de matricularse en Leyes, alcanzado la licenciatura en 1857.
[3] Por esta misma circunscripción resultó elegido diputado a Cortes por el Partido Progresista en 1858.
[5] Por eso también empezó a colaborar con el diario La Iberia, que defendía esas mismas posiciones, frente al demócrata La Discusión.
Contrajo matrimonio con una burgalesa de buena familia, que le daría cuatro hijos, todos muertos en la infancia.
En 1864 publicó su primera obra política titulada Tres negaciones y una afirmación que iba dirigida contra uno de los enemigos del progresismo en la política española, los neocatólicos, a los que llamó "polichinelas del absolutismo".
Este folleto le dio fama de anticlerical, aunque, según Jordi Canal, "su anticlericalismo era, como expresa el sentido estricto del término, un combate contra el clericalismo y todas sus manifestaciones.
Meses después se celebró una decisiva reunión en Ostende (Bélgica) convocada por Prim y en la que los líderes del partido progresista, entre ellos Ruiz Zorrilla, y los del Partido Demócrata acordaron el Pacto de Ostende para poner fin a la monarquía de Isabel II.
Su ocupación fue escribir proclamas, manifiestos y cartas, preparar reuniones y buscar recursos, además de intentar atraer al "pacto de Ostende" a los unionistas, lo que finalmente se produjo.
En ese puesto destacaron sus actuaciones en el campo de la educación, inspiradas, según su propio testimonio, en un "criterio ampliamente liberal y profundamente democrático", por lo que decretó la libertad de enseñanza, dedicando especial atención a la enseñanza primaria porque "un pueblo no puede ser libre si no tiene educación suficiente para conocer sus derechos y practicarlos con entera conciencia", como afirmó en una circular.
[13] Tras la aprobación de la Constitución de 1869 que mantuvo la monarquía como forma de Gobierno, lo que provocó la ruptura con la mayoría del Partido Demócrata que pasó a denominarse Partido Republicano Federal, asumió la regencia el general Serrano y la presidencia del gobierno el general Prim, cuya misión principal era encontrar un nuevo rey para España.
[17] En julio de 1871 Ruiz Zorrilla ocupó la presidencia del gobierno, pero solo duró hasta octubre cuando perdió una votación parlamentaria y dimitió, siendo sustituido por José Malcampo, primero, y por su gran rival Sagasta, después.
Intentó residir en Bayona pero las autoridades francesas no le dejaron vivir cerca de la frontera y se trasladó a París, a donde pocos días después acudió su mujer, María Barbadillo.
[23] Entre las numerosas conspiraciones organizadas por Ruiz Zorrilla las más importantes fueron las que encontraron apoyos más sólidos entre un sector del ejército, especialmente gracias a la Asociación Republicana Militar (ARM) que en 1883 contaba con más de dos mil afiliados y llegó a tener en torno a 8000 inscritos, como muestran sus libros de asociados.
[26] Aunque Ruiz Zorrilla no abandonó la labor conspirativa, en 1893 aceptó que se incluyera su nombre en la candidatura de "Unión Republicana" propuesta por Nicolás Salmerón en la que también se había integrado Pi y Margall, obteniendo más de veintiséis mil votos por Madrid, lo que le proporcionó el acta de diputado, a la que renunció inmediatamente porque había prometido no volver a España mientras continuara la monarquía.