Tuvo una notable importancia dentro del movimiento conocido como provincialismo gallego.
[2] Como periodista colaboró en publicaciones como Santiago y a ellos y El Porvenir, junto a José Rúa Figueroa,[5] La Nación[2] o La Península,[2][6] periódico del que fue fundador y que sobrevivió hasta la promulgación de la Ley de Imprenta de Nocedal.
[21] Galo Sánchez Casado, en su obra Los altos grados de la masonería, afirma que sustituyó en dicho cargo a Práxedes Mateo Sagasta en 1880.
[22] Según Léo Taxil, Romero Ortiz se convertiría al catolicismo a la hora de su muerte.
[2] Se le enterró en la sacramental de San Lorenzo.