José María de Torrijos y Uriarte

Volvió a combatir a los franceses cuando los Cien Mil Hijos de San Luis invadieron España para restablecer el poder absoluto de Fernando VII, y cuando aquellos triunfaron poniendo fin al trienio liberal, se exilió al Reino Unido.En ese momento acababa cumplir los diecisiete años y ostentaba el grado de capitán.Pero Torrijos pronto se implicó en las tramas conspirativas liberales que pretendían acabar por fin con el poder absoluto del rey y reinstaurar la Constitución de Cádiz.Para ello, al parecer, también ingresó en la masonería, adoptando el nombre de Aristogitón.El rey Fernando VII, tras verse obligado a aceptar la Monarquía Constitucional, intentó atraerse a Torrijos a su bando y le ofreció el traslado a Madrid para ocupar el cargo de coronel del regimiento que llevaba su nombre, pero Torrijos se negó tajantemente, lo que valió la marginación de cualquier responsabilidad por parte de los gobiernos liberales «moderados».Para contrarrestar la política restrictiva de las libertades cívicas de los gobiernos liberales «moderados», Torrijos y otros liberales «exaltados» crearon una sociedad secreta denominada La Comunería, cuya finalidad era defender la Constitución, y que poco antes del final de Trienio se escindió entre un sector «radical» vinculado al periódico El Zurriago y el de los «comuneros constitucionales», en el que se integró Torrijos.[7]​ Cuando se produjeron los alzamientos realistas, Torrijos participó en la guerra contra las partidas realistas en Navarra y Cataluña —donde fue lugarteniente del general Espoz y Mina—, lo que le valió el ascenso a mariscal de campo por orden del gobierno «exaltado» de Evaristo San Miguel.[8]​ Cuando se produjo en mayo de 1823 la invasión de los Cien mil hijos de San Luis enviados por la Santa Alianza para restaurar el poder absoluto del rey Fernando VII, actuó a las órdenes del general Ballesteros pero este, para que Torrijos no le molestara en su prevista maniobra de no ofrecer ninguna resistencia al enemigo, le envió destinado a Cartagena al mando del VIII Distrito militar.Así Torrijos en Cartagena, junto con Espoz y Mina en Barcelona, fueron los últimos militares que resistieron.En el prólogo de estas últimas Torrijos destacó que Miller había dejado su tierra para luchar por la libertad «de América del Sur», sin conocer siquiera el idioma, y que «sirvió siempre a la patria que había adoptado, haciendo como debía abstracción de personas y partidos».Este último le facilitó un escondite en su propia casa cuando el general visitaba clandestinamente Málaga, para reunirse con los conjurados.Llegando a la costa les sorprendió el barco Neptuno, que abrió fuego contra los liberales.No quedándoles más refugio que la propia tierra, Torrijos y los suyos se apresuraron hacia la playa de El Charcón.Entonces el grupo de Torrijos inició su camino hacia la sierra de Mijas, pero cuando estaban cerca del pueblo de Mijas, aparecieron formaciones dispuestas a cortarles el paso y capturarles, por lo que Torrijos ordenó a sus hombres que bordeasen el pueblo.Finalmente Torrijos decidió rendirse y esperar que cambiara en Málaga el curso de los acontecimientos.[22]​ Según su biógrafa más reciente, la historiadora Irene Castells, Torrijos fue un «liberal utópico», entendiendo «la categoría de utópico en su sentido histórico, en la del que aspira a un objetivo noble convencido de su necesidad y viabilidad hasta tanto la realidad no le demuestre lo contrario.La insurrección que buscaban estos liberales, con Torrijos a la cabeza, en su último intento desesperado, era arriesgada; pero la veían necesaria y posible.[23]​ Nada más conocer su muerte, el poeta liberal José de Espronceda escribió este soneto, en honor a Torrijos: Helos allí: junto a la mar bravía cadáveres están ¡ay!los que fueron honra del libre, y con su muerte dieron almas al cielo, a España nombradía.En noviembre de 2014 y a iniciativa del Ayuntamiento de Málaga se instalaron una cruz y una placa conmemorativa[27]​ en el lugar exacto donde ocurrieron los hechos, en la rotonda sita entre las calles Ingeniero José María Garnica y el Paseo Antonio Machado, en terrenos ganados al mar.
Retrato de Carlos IV , realizado por Francisco de Goya , rey del que fue paje Torrijos durante su infancia
Retrato del rey Fernando VII , realizado por Francisco de Goya . Contra su gobierno se rebeló Torrijos
El peñón de Gibraltar en tiempos de Torrijos
Dibujo de Vicente González Moreno , Viriato , por Isidoro Magués . 1837
Recreación de la bandera usada por Torrijos durante el pronunciamiento
Representación del fusilamiento de Torrijos, el 6 de diciembre de 2009