Se enroló en el destacamento del comisionado inglés Doyle y desarrolló su actividad bélica en Jaca.
Adoptó el segundo apellido de su sobrino intentando disfrutar del prestigio que Francisco Xavier tenía entre sus hombres.
Ante esta situación, el general francés Honoré Charles Reille intentó paralizarlo con un ejército diez veces superior, sin conseguirlo.
Con el triunfo del alzamiento liberal de Riego, en 1820 regresó a Navarra y proclamó la Constitución en Santesteban.
En 1822, en plena lucha entre absolutistas y liberales durante el Trienio, fue enviado a Cataluña, donde llevó a cabo una campaña que le permitió limpiar la región de partidas realistas en el espacio de seis meses.
Regresó a España en 1833 favorecido por la amnistía decretada por la reina regente María Cristina de Borbón.
Se enfrentó sin éxito a Zumalacárregui, pues fue derrotado en las acciones de Larrainzar, Echarri, Ardanaz y Olazagutía.