Además existen otras líneas secundarias que contribuyen a complicar el relieve.
Los arroyos que descienden por las laderas vierten sus aguas directamente al mar o a los cauces de los ríos Guadalhorce y Alaminos.
[2] Abundan las calizas, que se extraen en varias canteras, situadas en Alhaurín de la Torre y Benalmádena.
En sitios dónde las condiciones orográficas son favorables, aparece un suelo algo más desarrollado, conocido como "terra-rossa", que posee un alto contenido en arcilla.
Desde épocas pasadas, la sierra ha sido conocida por sus minas de plomo, plata, hierro y zinc que subyacen en su tierra.
Actualmente estas explotaciones están abandonadas, pero en la antigüedad formaban parte del entramado económico y social.
A través de las distintas sendas y veredas que recorren este enclave natural, se perciben olores y fragancias de matorral abierto y de poco porte que se desarrollan bajo la cubierta arbórea: tomillo andaluz, romero, almoradux, matagallo, ruda, hinojo, palmito, esparto, etc.
Conforme cae la noche podemos escuchar algunas piedras rodar por la montaña, y si mostramos atención podremos ver alguna cabra montés en su habitual desplazamiento nocturno en busca de agua.