Luisa Carlota Sáenz de Viniegra
Luisa y su marido regresaron a Madrid al poco de su liberación donde no se les teme por radicales y ambos continúan conspirando, permanecen allí hasta la llegada de Los Cien Mil Hijos de San Luis en 1823 tras lo cual saldrían al exilio.Aunque José María y Luisa se retiraron a Blackheath nunca supuso esto el abandono de sus planes políticos para España y, mientras que Torrijos se dedicaba al estudio de Napoleón, este planeaba ya su regreso.En 1828 el panorama cambiaba para los exiliados liberales, en ese año, tras la muerte del zar Alejandro I en 1825, Juan VI abrió el paso al liberalismo en Portugal en 1826, en 1828 Los Cien Mil Hijos de San Luis abandonan España y Viniegra narra tras esto la vuelta de su marido a las actividades conspiradoras.Privados de ayudas como antiguo aliado de Napoleón y a ella como esposa de emigrado él tuvo que volver a dedicarse a la traducción, eligiendo esta vez las memorias del general William Miller, como nos narra Alvargonzález en su libro.[4] Su libro vio la luz en 1860 bajo el título Vida del general D. José María de Torrijos y Uriarte.