Rosa de Lima

[6]​[7]​ Además, fue la cuarta hija de doce hermanos, de los cuales solo se conoce a nueve: Gaspar, Hernando, Bernandina, Francisco, Juana, Antonio, Andrés, Jacinta y Francisco Matia.

Su compañero de juegos fue su hermano Hernando, quien siempre la apoyó y ayudó.

Es en Quives donde, al parecer, empezó con sus mortificaciones contrayendo un reuma muy fuerte, con consecuencias dolorosas para su recuperación, que ella ocultaba a su madre.

A los veinticinco años, aceptó y quiso que la llamaran Rosa de Santa María porque, según relató su madre, fue a conversar con un sacerdote a la iglesia de Santo Domingo y le manifestó la molestia que le causaba que la llamen Rosa.

Pero el sacerdote la tranquilizó diciéndole: «Pues, hija, ¿no es vuestra alma como una rosa en que se recrea Jesucristo?».

Con esto quedó tranquila y segura del nombre que le habían dado.

Bajo esas condiciones precarias, también veía a su alrededor otra pobreza más humillante, la de los indios.

Entre ellas existía tal compenetración que el alma de Mariana veía a Rosa en toda la antigua población indígena, maltratada por los hidalgos españoles.

Esa idea la torturaba, y se preguntaba con angustia: «¿Por qué deben sufrir tantos indios?».

No encontró respuesta hasta que descubrió el valor redentor del sufrimiento.

[11]​ Cuando fue admirada por su belleza, Rosa cortó su cabello y se echó pimienta a la cara, molesta por haber atraído pretendientes.

Rosa se permitía dormir solo dos horas al día, de tal forma que pudiera dedicar más tiempo a la oración.

Los ánimos del vecindario eran alarmantes, llegando a huir muchos de Lima hacia lugares distantes.

Acongojada se dirigió a la Capilla de imagen del Rosario y orando ante la Virgen, sintió el llamado del Niño Jesús de la imagen, que le dijo: «Rosa de Mi Corazón, yo te quiero por Esposa», a lo que ella respondió: «Aquí tienes Señor a tu humilde esclava».

El gentío hubo de esperar a su traslado hacia la Iglesia del Rosario.

Al traslado acudieron el virrey, el Cabildo Secular y Eclesiástico, las órdenes religiosas presididas por la orden de Santo Domingo de Guzmán, los oidores y personas notables.

A su efecto llamó al pintor italiano Angelino Medoro, quien realizó el primer testimonio de su apariencia física.

La basílica-santuario fue empezada a construir luego de su canonización, con posteriores restauraciones durante los siglos XVII y XX.

A pocos días de su muerte se reunieron numerosos testimonios sobre su vida y virtudes.

La beatificación se realizó en el Convento Dominico de Santa Sabina en Roma, en 1668.

La tradición cuenta que el papa Clemente X, luego de oír los argumentos sobre su canonización dijo: «¡Hum!

[19]​ Y la respuesta al instante fue una fragante lluvia de rosas sobre la mesa del papa, quien en ese momento procedió a la canonización.

Santa Rosa de Lima por Francisco Laso (1859).
Claustro de santa Rosa de Lima
Iglesia de Santo Domingo (Lima) , donde se encuentran los restos mortales de santa Rosa de Lima.
Retrato póstumo de santa Rosa , lienzo del artista italiano Angelino Medoro . Fue pintado pocas horas después del fallecimiento de la santa limeña, el 24 de agosto de 1617.
Reconstrucción facial de santa Rosa de Lima, realizado por el Equipo Brasileño de Antropología Forense y Odontología Legal (Ebrafol), agosto 2015
El niño Carlos II y Santa Rosa de Lima defendiendo la Eucaristía contra los moros . Escuela cuzqueña .
Venerada imagen de santa Rosa de Lima en la Ciudad Arzobispal de Puebla de los Ángeles
Templo de Santa Rosa de Lima en Puebla