Se encuentra ubicado en la ciudad de Lima, capital del Perú.
La santa estuvo en Quives durante cuatro años, hasta que volvió a Lima con toda su familia; e iniciando sus curaciones milagrosas y el contacto permanente con los pobres y enfermos.
Los fieles por respeto a la casa y huerto en que habitó santa Rosa, no se atrevieron a demolerla, tratando siempre de conservarla, aunque construyeron una Capilla en las habitaciones, respetando siempre el Jardín donde había crecido por primera vez en Lima los rosales conservaron también la Ermita, los adornos de las capilla fueron hechos con tapices damascos, brocados, llenaron las paredes con exvotos Ofrendas dedicadas a la divinidad en agradecimiento de un beneficio recibido, todos ellos fueron de oro y plata, lamentablemente en la actualidad no podemos admirarlos por motivo que fueron entregados mediante ley de recojo de plata cuando sucedieron las últimas guerras.
En el año 1728 se levantó el santuario, en terrenos del Hospital del Espíritu Santo, siendo la primera Iglesia dedicada a Santa Rosa aún antes de su canonización.
Luego se iniciaría la construcción de una nueva iglesia, incorporando la estructura que había sobrevivido a la demolición (el presbiterio, falso crucero y parte de la nave) como transepto del nuevo templo y replicándose, aunque con ciertas diferencias, la portada original.
La iglesia aún conserva intacto su retablo mayor, actualmente a un lado de la misma.