[1] Al igual que otras iglesias en la ciudad, el Monasterio está construido con sillares de piedra volcánica blanca y calicanto.
Esta puerta permite el acceso a la nave principal donde se celebra misa.
El monasterio se construyó gracias a la financiación de don José Alcázar y Padilla, y doña María Peñaloza, quienes en sus testamentos donaron lo básico para fundar el monasterio, que, originalmente iba a edificarse en la ciudad de Moquegua.
En la acequia aledaña, la sangre corrió como agua, se aniquiló por completo la columna Inmortales, contándose los muertos en número de tres mil.
La imagen del Niño Cabezoncito tiene su pie sobre una calavera que simboliza el triunfo sobre la muerte.
En la procesión, el Niño sale por la puerta que da hacia Santa Marta acompañado de todos los varones presentes en la misa, mientas que la Virgen lo hace por la puerta de la iglesia en la calle San Pedro, acompañada por todas las damas presentes.