Guerra de Croacia

Las autoridades yugoslavas junto con su brazo armado, el JNA, se oponía a la secesión argumentando que ese no era derecho de las repúblicas constitutivas.

La guerra resultó particularmente impactante por su brutalidad en una sociedad relativamente desarrollada como Europa y en los tiempos modernos.

A lo largo de 1989 se habían fundado varios partidos políticos, entre ellos la Unión Democrática Croata (Hrvatska Demokratska Zajednica, HDZ), liderada por el nacionalista Franjo Tudjman.

Sin embargo, estos contactos fueron ya interpretados por algunos políticos comunistas conservadores (mayoritariamente serbios) como muestras de separatismo.

Esta sensación fue, además, fuertemente reforzada por algunas controvertidas declaraciones de miembros del HDZ y por una retórica imprudente que era cualquier cosa menos pacífica.

Rápidamente, estos comenzaron a lanzar asientos y trozos de valla sobre los fanes del Dínamo, lo que desencadenó una intervención policial.

Años después, durante el juicio a Milan Martic, Milan Babić afirmaría que fue engañado por Martić para organizar la revuelta, y que esta –así como la guerra en Croacia en sí misma– fue responsabilidad de Martić, dentro de un plan orquestado por Belgrado.

Y estaba liderado por Milan Babić (posteriormente condenado por el Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia por crímenes de guerra.

Además, muchos serbios comenzaron a perder sus empleos en la administración pública croata, particularmente tras la ratificación de la Constitución.

Los conflictos políticos y la lucha civil iban a suponer la deserción de muchos integrantes perjudicando así seriamente la efectividad.

[12]​ La doctrina de guerra popular total también exigía a las Repúblicas y Provincias Autónomas que desempeñaran un papel crítico en la movilización.

[12]​ Las fuerzas armadas serbias se formaron principalmente sobre las estructuras existentes de asuntos internos y defensa nacional.

[13]​ Los sectores bajo poder serbio se componía en tres regiones autónomas, cada una configuró su fuerza militar que fue unida recién en 1992:[13]​ 1.)

Entre el material transferido, había unos 180.000 fusiles, morteros y armamento antiaéreos junto a toda la munición disponible.

El espacio mediático que recibió HOS fue desproporcionado en cuanto a su número e importancia en la defensa de Croacia.

[13]​ Por ello se la puede dividir en cinco períodos o fases: A inicios de 1991, el odio étnico iba en aumento.

Es materia de debate hasta qué punto este movimiento tuvo origen local o estuvo promovido desde Belgrado por el gobierno serbio encabezado por Milošević.

En cualquier caso, se autoproclamó la República Serbia de Krajina, lo que fue visto por el Gobierno croata como una rebelión.

Civiles étnicamente croatas se habían refugiado en la ciudad, mientras que otros grupos huyeron de las zonas en conflicto.

[23]​ Algunas estimaciones cifran en 220.000 croatas y 300.000 serbios el número de personas desplazadas internamente a la fuerza durante la guerra en Croacia.

En cualquier caso, al día siguiente el Parlamento croata cortó todos los lazos aún existentes con Yugoslavia.

La situación para los croatas en Vukovar hacia octubre y principios de noviembre se hizo cada vez más desesperada.

Esto hizo que el ejército croata no realizara más acciones ofensivas durante los siguientes 12 meses.

El Tribunal de La Haya investigó más tarde a los oficiales croatas Janko Bobetko, Rahim Ademi, Mirko Norac y otros por crímenes cometidos durante esta operación.

Durante el mismo periodo, Croacia también aceptó a 280.000 refugiados bosnios que huían de la guerra.

Cuando la guerra estalló en Croacia, se multiplicaron las opiniones que veían este conflicto como el preludio de choques étnicos aún mucho más graves en Bosnia y Kosovo.

Muchas voces condenan, hoy en día, la falta de interés internacional por la guerra en Croacia durante su desarrollo.

Asimismo, preocupaba no fomentar la extensión de la influencia del nacionalismo y las ideas separatistas en los países occidentales.

El embargo de armas impuesto por la ONU a todas las repúblicas yugoslavas, por ejemplo, favorecía claramente al poder federal (controlado por fuerzas serbias), dado que disponía ya de un armamento al que las repúblicas secesionistas no podían tener acceso.

El Gobierno de Helmut Kohl fue favorable al reconocimiento, si bien sus propios problemas territoriales (reunificación alemana) y la cierta resistencia que encontró en otros países europeos le impidieron adoptar medidas aún más afirmativas, como equipar o apoyar abiertamente a las tropas croatas.

Zonas pobladas por serbios en Croacia (según el censo prebélico de 1991)
Uno de los primeros edificios destruidos durante las hostilidades fue la torre de agua de Vukovar , que ha quedado como un símbolo del conflicto.
Mapa estratégico del plan de ofensiva del JNA en Croacia, 1991.
Casa croata destruida como parte de la limpieza étnica
Tanque croata T-55 .
Avance del JNA a través de Eslavonia Oriental
Un tanque serbio destruido por el ejército croata en la carretera de Drniš
Mapa de la Operación Flash
Mapa de la Operación Tormenta