Desintegración de Yugoslavia

Yugoslavia pasó a ser un país con siete fronteras, seis repúblicas, cinco nacionalidades, cuatro idiomas, tres religiones, dos alfabetos y un líder.

Debido al choque entre el nacionalismo serbio (Milošević), el croata (Tuđman) y el bosnio (Izetbegović), estalló guerra muy violenta.

La gente utilizaba una frase de uso común pero con un fuerte sentido filosófico y político, que era «Yugoslavia tenía siete fronteras, seis repúblicas, cinco nacionalidades, cuatro idiomas, tres religiones, dos alfabetos y un líder», con lo que se indicaba el fuerte control central al que debían estar sometidos sus habitantes en su existencia como nación.

[7]​ El estatus quo externo, del que dependía el Partido Comunista para ser viable, estaba comenzando a desaparecer.

Este contacto con los Estados Unidos en Occidente abrió los mercados de Yugoslavia antes que en el resto del continente.

Para contrarrestar este efecto, Yugoslavia solicitó préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y posteriormente cayó en una deuda externa muy elevada.

Como condición por recibir préstamos, el FMI demandó la liberación del mercado en el país.

[8]​[9]​ La Yugoslavia de Tito estuvo caracterizada por reformas constantes que no lograban resolver los problemas nacionales claves.

La importancia especial de Kosovo se debe a la derrota del duque Lazar Hrebeljanović.

La importancia de Kosovo en esta época tenía mucho peso en lo que respecta a Serbia.

Esta versión de la federación esencialmente convirtió a Yugoslavia en una confederación, cuestionando la legitimidad del régimen y engendrando resentimiento en las repúblicas más ricas.

Considerando que Eslovenia y Croacia estaban planeando su independencia, esto se catalogó como inaceptable.

Los líderes no pudieron llegar a un acuerdo sobre cómo luchar con las cambiantes presidencias.

El fallecimiento de Tito terminó con lo que muchos yugoslavos y occidentales veían como la principal fuerza unificadora del país.

Otras repúblicas, especialmente Eslovenia y Croacia, denunciaron este movimiento como un renacimiento de la hegemonía serbia.

El principal instrumento que redujo la influencia serbia anteriormente comenzó a utilizarse para aumentarla: en el consejo de ocho miembros, Milošević podía contar con cuatro votos como mínimo - el suyo propio para Serbia, Montenegro y, en ese entonces, Voivodina y Kosovo.

Esto aumentó el conflicto étnico entre los albaneses y la población serbia de la provincia.

El número de serbios en Kosovo había bajado a lo largo del siglo como resultado de una "limpieza étnica" llevada a cabo por los albaneses durante la Segunda Guerra Mundial y por el acoso subsiguiente hacia las autoridades y la población albanesa.

[10]​ Los conflictos étnicos, que siempre habían estado en aumento, eran directamente proporcionales con la tendencia y hacia 1999 los serbios conformaban solo un 10 % de la población total.

[11]​ Las huelgas iniciales se convirtieron en demostraciones altamente difundidas pidiendo que Kosovo fuese la séptima república.

Por el contrario, los eslovenos, apoyados por los croatas, propusieron reformar Yugoslavia dándole más poder a las repúblicas, pero recibieron votos mayormente negativos.

A medida que la tirantez se fue haciéndose más fuerte, los organizadores de esta entidad orquestaron una revolución (balvan-revolucija), bloqueando varias rutas en Knin evitando así el desplazamiento libre de los turistas en Dalmacia.

La otra comunidad significativa dominada por los serbios en el este de Croacia anunció que también se uniría a SAO Krajina.

Las fuerzas del Ejército Popular Yugoslavo, establecidas en Eslovenia y Croacia, intentaron llevar a cabo la tarea durante las 48 horas siguientes.

Así, se convirtió en la primera antigua república en obtener su soberanía sin resistencia de las autoridades yugoslavas con base en Belgrado o del Ejército.

Su gobierno reclamó la continuidad del antiguo país, pero la comunidad internacional rehusó considerarlo como tal.

La idea de dicha comunidad era que Yugoslavia se disolviese formando estados separados.

Solo en 1996 la FRY abandonó sus reclamaciones y aceptó que la SFRY se había disuelto.

La respuesta yugoslava incluyó el uso indiscriminado de fuerzas contra las poblaciones civil, y causó que muchos albaneses étnicos se refugiasen en sus hogares.

Tanto Serbia como Montenegro adquirieron mayor autonomía con respecto al gobierno federal, pero no la suficiente para disminuir el movimiento independentista en esta última república.

Bandera oficial de la República Federativa Socialista de Yugoslavia (1945-1992)
El presidente croata Franjo Tuđman se negó a dividir Croacia por sus diferentes etnias, lo que enfureció a los nacionalistas serbios ya que estos querían permanecer unidos con Serbia. Esto resultó en una ola de violencia y guerras entre croatas y serbios cuando Croacia declaró su independencia.
El presidente bosnio-serbio Radovan Karadžić ejerció una orden del día agresiva para evitar que el territorio serbio se separase de Yugoslavia. El ejército bosnio-serbio cometería gran cantidad de atrocidades, tales como genocidio, por las que Karadžić fue acusado de patrocinar.
El presidente esloveno Milan Kučan se proclamó como defensor de la autonomía de Kosovo , en parte porque se había sorprendido por el nivel de violencia contra los albaneses, pero también porque esperaba que su posición lo ayudaría a ganar popularidad para los comunistas en Eslovenia. [ 12 ] ​ Kučan llevó a Eslovenia a su independencia en 1991.
Alija Izetbegović , nacionalista bosnio musulmán y líder de Bosnia hasta 1996.
La República Federal de Yugoslavia estaba formada por Serbia y Montenegro. Tras fuertes presiones internacionales se cambió el nombre a Serbia y Montenegro (2003-06), hasta que Montenegro abandonó la unión en 2006.
Entidades estatales en el anterior territorio de República Federativa Socialista de Yugoslavia , 2008.