La operación se puso en marcha para restaurar el control croata sobre unos 10 400 kilómetros (6462 mi) cuadrados de territorio, lo que representaba un 18,4% del país, y fue la mayor batalla terrestre europea llevada a cabo desde la Segunda Guerra Mundial.
Posteriormente sería declarada como una asociación criminal por el Tribunal Penal para la ex Yugoslavia.
El mando del VRS se situó en la República Srpska y los componentes militares yugoslavos fueron empleados como su reserva estratégica, pero no intervinieron en la batalla de manera crucial.
La operación en sí siguió siendo considerada como un éxito de las ONU, para garantizar la paz y los esfuerzos diplomáticos para resolver el conflicto mediante su participación.
[2] Durante el conflicto se utilizó un saludo croata Za dom spremni!
Tras este hecho, los que quedaron en la zona padecieron una serie de crímenes, los cuales fueron cometidos allí por parte de las tropas del HVO y del ARBiH.
Fianlmente, todos los inculpados fueron absueltos, y el fallo del tribunal refutó los cargos que dicha operación fuera planeada para ser realizada con un fin criminal.
[7] Muchos generales croatas que participaron en la Operación Tormenta, entre ellos Ante Gotovina y Mladen Markač, fueron condenados por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.