Inmediatamente después, Tuđman comentó que el ataque estaba aparentemente destinado a destruir el Banski dvori como sede del Estado de Croacia.
Marković culpó al secretario general de Defensa yugoslavo, Veljko Kadijević, quien negó la acusación y sugirió que el suceso había sido montado por Croacia.
El ataque provocó la condena internacional y la consideración de sanciones económicas contra Yugoslavia.
En 1991, se celebraron las primeras elecciones multipartidistas en Croacia, y la victoria de Franjo Tuđman aumentó aún más las tensiones nacionalistas en una Yugoslavia ya tensa.
[10] Otras fuentes afirman que la advertencia fue transmitida por los servicios del sistema de seguridad e inteligencia croata,[11] indicando a la Unión Soviética y a su entonces presidente Mijaíl Gorbachov como fuente de la información.
[12] A medianoche, durante la noche del 6 al 7 de octubre, el embajador soviético en Belgrado habría recibido instrucciones del gobierno para advertir a los militares yugoslavos de que no atacaran Zagreb.
[17][20] El edificio Banski dvori fue alcanzado por las bombas Mark 82 activadas por espoletas de proximidad a 5 metros por encima del objetivo,[11] logrando dos impactos directos.
[23] En un reportaje televisivo grabado y emitido poco después del atentado, Tuđman dijo que el ataque parecía haber estado destinado a destruir Banski dvori como sede del Estado de Croacia.
[25] Marković telefoneó a su oficina en Belgrado culpando al secretario general de Defensa yugoslavo, Veljko Kadijević, del ataque.
Exigió su dimisión y amenazó con no volver a Belgrado hasta que Kadijević dejara su cargo.
El Ministerio de Defensa yugoslavo rechazó la acusación, afirmando que el ataque no había sido autorizado por el mando central y sugiriendo que el suceso podría haber sido organizado por las autoridades croatas.
[16] El ejército yugoslavo sugirió posteriormente que los dirigentes croatas habían colocado explosivos plásticos en el Banski dvori.