Tras un incidente en el interior de Zadar en el que un policía croata fue asesinado, según se informó por milicianos de la SAO Krajina, los civiles croatas destrozaron, destruyeron y saquearon propiedades pertenecientes a empresas de etnia serbia y yugoslava en la ciudad.
En el verano de 1990, tomaron las armas en las regiones del interior de Dalmacia, en su mayoría pobladas por serbios, y llamaron a la región escindida "SAO Krajina", poniendo barricadas en las carreteras y bloqueando totalmente a Dalmacia desde la costa.
[1] El 2 de mayo de 1991, los paramilitares mataron a doce policías croatas en Borovo Selo y, según se informó, mutilaron algunos o todos los cuerpos.
Este fue, en ese momento, el incidente más sangriento del conflicto croata, y causó una gran conmoción e indignación en Croacia.
[4] Los disturbios comenzaron por la tarde y duraron horas, mientras que las propiedades dañadas seguían siendo saqueadas por individuos al día siguiente.