Khalid la derrotó y mató en esta batalla, parte de las guerras Ridda.
Ella montaba un espléndido camello, dirigiendo la lucha rodeada por sus guardaespaldas leales.
Khalid ibn al-Walid se acercó con un grupo de muyahidines y los asesinaron a todos.
Aunque el general musulmán hizo retroceder los flancos, el centro del ejército adversario se mantenía firme en torno a su líder, montada en su camello dirigiendo personalmente la batalla rodeada de un centenar de guerreros fieles.
Khalid derribó el camello a cuchilladas y después continuó con su jinete, mientras sus acompañantes daban cuenta de los cien guardaespaldas.