Las cinco islas principales, de norte a sur, son Hokkaidō, Honshu, Shikoku, Kyushu y Okinawa.
Debido a que existe tan poco terreno llano en Japón, muchas colinas y laderas son aprovechadas en su totalidad para el cultivo.
Terremotos destructivos ocurren varias veces cada siglo, resultando a menudo en tsunamis.
En el extremo meridional se encuentran las islas Ryukyu a 970 kilómetros al sur de la tercera gran isla, Kyūshū.
La más grande es la llanura de Kanto, en donde está situado Tokio, y solo tiene 13 000 kilómetros cuadrados.
A pesar de esto, Japón logra aprovechar estos ríos para producir energía hidroeléctrica, aunque este recurso se encuentra explotado casi hasta su capacidad.
La montaña más alta en Japón es el monte Fuji (Fujisan), a 3776 metros de altura.
Debido a que existe tan poco terreno llano en Japón, muchas colinas y laderas son aprovechadas en su totalidad para el cultivo.
[6] Terremotos destructivos ocurren varias veces cada siglo, resultando a menudo en tsunamis.
Debido a esta intensa actividad sísmica, su orografía posee cierta particularidad como consecuencia de lo mencionado.
Cadenas de montañas y volcanes se suceden ocupando la mayor parte del territorio dando a las islas una configuración arqueada, parecida a una media luna, donde destaca como punto álgido el monte Fuji.
[9] Existen dos factores primarios en la influencia climatológica: la cercanía con el continente asiático y las corrientes oceánicas.
Mamíferos Entre los mamíferos podemos destacar el oso negro asiático, presente en Honshu y Shikoku, aunque extinto en Kyushu, el oso pardo de Hokkaido (ursus arctos ussuriensis), isla donde no está presente el oso negro; el jabalí, ausente en Hokkaido, pero presente en el resto del archipiélago, el ciervo sika, el serow japonés (especie de antílope parecido al rebeco, que se encuentra en las montañas de Honshu, y en menor medida en Kyushu y Shikoku); el zorro rojo (ausente de Shikoku), la marta japonesa (Martes melampus), el tejón japonés (Meles anakuma), presente en las grandes islas, excepto Hokkaido el tanuki, o perro mapache, distribuido por todo el archipiélago.
Existen varidades del zorro volador en Okinawa y en las islas Bonin.
Las islas se ubican en una de las zonas geológicamente más inestables y complejas del planeta.
En Japón se han presentado cinco importantes terremotos en los últimos 15 años.
El resto del territorio japonés se encuentra en la segunda placa mencionada.
Esta compleja distribución, origina profundas y extensas fosas oceánicas, especialmente en la costa pacífica del archipiélago.
Japón estuvo asociado originalmente a la costa este del continente eurasiático.
Estos procesos geológicos tiraron a Japón hacia el este, originado la apertura del mar del Japón hace alrededor 15 millones de años y dando lugar a una cuenca submarina de trasarco.
Japón se sitúa en la zona volcánica denominada como el Cinturón de Fuego del Pacífico.
Las aguas termales son numerosas y se han convertido en centros turísticos.
Cada isla cuenta con su propia cadena montañosa, la cual sigue un eje transversal y las divide por la mitad.
Por ejemplo, hidrato de metano, gas natural, minerales metal y tierras raras.