La flora de Japón se caracteriza por ser enormemente exuberante y variada, con hasta 4500 plantas autóctonas.
Otras especies importantes son la pimpinela, la campanula, el gladiolo y muchas variedades de lilas.
Una especie común es el sugi, o cedro japonés, que puede llegar a medir 46 m de altura.
Los árboles frutales más comunes en Japón son los melocotoneros, los perales y los naranjos.
Si tomamos como ejemplo el flanco oriental del Pacífico del Japón central, tenemos las siguientes zonas altitudinales:[1] Los japoneses practican un tipo único de jardinería paisajística, en la que reproducen en miniatura los paisajes naturales de forma estilizada.