Este "hielo" es inflamable: si se le acerca una llama, libera gas metano que arderá.
Así, se pretende utilizar este compuesto como otro combustible más adelante, de manera similar al petróleo o el gas natural.
Esto ha limitado su explotación, ya que si se libera metano a la atmósfera, podríamos incrementar el efecto invernadero de manera considerable, con un efecto 21 veces superior al del dióxido de carbono.
[1] En 1810 Humphrey Davy y Michael Faraday describen por primera vez los hidratos de gas.
En 1930 Hammerschmidt determina que los hidratos bloquean gasoductos e investiga los gases inhibidores.