La escultura renacentista se hizo presente a través de tres vías distintas: Los escultores españoles del siglo XVI han sido etiquetados con diferentes denominaciones acuñadas inicialmente para la arquitectura: «isabelino» —o «Reyes Católicos»—, «cisneriano», «plateresco», «purismo» —o «Príncipe Felipe», o «fase serliana»—, «manierismo», «romanismo», «herreriano», etc..
Se combinó el antiguo estilo gótico con el nuevo Renacimiento venido de tierras de Italia, aunque sin la introducción del tema mitológico y mostrando en sus esculturas más los sentimientos anímicos que la belleza formal que daban los escultores italianos.
[9] En el siglo XVI se tenía una gran admiración por los retablos existentes anteriores realizados en estilo gótico o hispano-flamenco.
La arquitectura cambió considerablemente con una estructura mucho más clara una superposición de órdenes clásicos y una limpieza en la decoración.[Ch.
Los retablos se llenaron además de frontones curvos y triangulares, demostrando el más puro clasicismo.
Es importante destacar también la gran relevancia que cobró en esta segunda mitad (y como consecuencia del Concilio de Trento) el espacio destinado al Sagrario.
Esta distribución suele separarse con ayuda de frisos y columnas o columnillas, dejando espacios especialmente preparados para recibir las esculturas.
Las calles o divisiones verticales están destinadas por lo general a recibir ciclos temáticos de la Historia Sagrada.
Proporcionó al escultor un retrato del príncipe don Juan, primogénito de los Reyes Católicos que le serviría para esculpir su sarcófago.
Para su realización, el artista viajó otra vez a Carrara, labrando allí los mármoles, empleando en la empresa varios años.
Además de escultor llegó a ser un buen pintor, excelente arquitecto y reconocido maestro.
Vasari asegura que este escultor murió en Roma; debió confundirse con un hermano del artista, Francisco, y mezclar así sus biografías.
[13] En este periodo destacaron tres escultores, algunas de cuyas obras están todavía a caballo entre los elementos góticos y la moda renacentista.
Sus obras ejemplares son: Al morir Vasco de la Zarza en 1524 sus discípulos y seguidores continuaron su labor.
La escuela de Ávila con este escultor al frente es quizás la que mejor refleja la estética del plateresco español fundido con el incipiente Renacimiento.
Su obra está entre la tradición cuatrocentista que todavía imperaba en España y las nuevas formas renacentistas introducidas por Miguel Ángel.
Su aportación en este retablo fue el gran relieve principal, Adoración de los Reyes, una composición equilibrada, con buena perspectiva y fino modelado.[Es.
Los túmulos fueron decorados con relieves bellísimos, de la misma calidad artística que los ejecutados anteriormente en Barcelona.[Ca.
Balmaseda fue un escultor formado en el último gótico, estilo que no abandonó nunca como fondo de sus esculturas, aun cuando asimilara con facilidad los nuevos gustos renacentistas.
El estilo característico de esta obra permitió a los estudiosos encontrar obras suyas no firmadas, en trabajos semejantes.
[16] Los maestros decoradores y entalladores cuyas obras introdujeron en los primeros años del siglo XVI el arte renacentista tuvieron gran importancia sobre todo en la organización de retablos.
Este escultor llevó su arte y sus experiencias a Andalucía donde dejó una gran muestra de esculturas.[Ca.
Su obra se caracteriza por los violentos escorzos y las siluetas helicoidales (influencia del manierismo romano), abriendo la puerta al barroco venidero.
10] Castilla exportó su escuela y sus escultores sobre todo a Sevilla que se convirtió en un foco renacentista muy importante.
En Granada trabajó con éxito Bartolomé Ordóñez en los cenotafios de don Felipe y doña Juana para la capilla Real.
13] La escultura del Renacimiento en Cataluña, va ligada a la cultura humanista procedente de Italia, aunque la repercusión inicial fue escasa y por lo tanto, tardía la aceptación del nuevo estilo, con lo cual las decoraciones góticas todavía se fueron intercalando con el nuevo estilo hasta ya entrado el siglo XVI.
La escultura del Renacimiento en Galicia se dio principalmente, en la realización de los retablos, de los cuales han llegado muy pocos a nuestros días, en primer lugar porque tras las reformas litúrgicas muchos fueron desmontados, llevando las esculturas a otros lugares y en segundo lugar porque el estilo barroco entró con mucha fuerza en Galicia y los retablos fueron cambiados casi todos.
Pero sobre todo hubo una gran abundancia de autores franceses muy influenciados por el italianismo y que pronto supieron adaptarse al carácter español.[Ca.
Es una obra monumental con una estricta arquitectura en que se advierten el inicio de las formas clásicas del romanismo.
Por otro lado, en Andalucía surgió un foco bien diferenciado con artistas de primera magnitud que darían vida a la escultura del barroco andaluz.[31][An.