Pocos días después se rindieron las fuerzas musulmanas y San Fernando entró triunfante en la ciudad el 23 de noviembre de 1248.
La Virgen sostiene a su hijo con la mano izquierda y una rosa con la derecha, mientras que el Niño sujeta un pájaro.
La corona fue realizada por los Talleres de Arte dirigidos por Félix Granda y Buylla.
En el muro izquierdo se ubica el bello sepulcro del cardenal Diego Hurtado de Mendoza que fue confeccionado en Italia por Domenico Fancelli en 1510 y bellamente tallada en mármol y adornada con lámparas de plata.
Otro elemento destacado son las numerosas lámparas de plata del siglo XVIII que adornan la capilla.