Los trabajadores domésticos pueden desempeñar distintas funciones, tales como: limpiadores, cuidadores, cocineros, niñeras, conductores, conserjes, etcétera para ayudar en la casa .
Aunque actualmente las tareas se van compartiendo cada vez más entre todos los miembros convivientes del hogar, sigue siendo la mujer la que realiza el trabajo doméstico y el trabajo reproductivo -tanto cuando está contratada y por tanto es remunerado como cuando desempeña el papel de ama de casa y no es remunerado ni reconocido-.
En la actualidad, es un fenómeno mundial que perpetúa las jeraquías basadas en la raza, el origen étnico, la pertenencia a un grupo autóctono, la casta, el género y la nacionalidad.
[2] Los trabajadores domésticos, a diferencia de los siervos y de los esclavos, reciben un salario, ya sea en especie (cama, alimentos, ropa), ya sea en metálico (retribución económica) o ambas cosas, y pueden renunciar a su trabajo.
En Gran Bretaña, este sistema tuvo su auge a finales de la época victoriana, tornándose en un sistema rígido y complicado durante el período eduardiano, reflejando la limitada movilidad social de la época.
[2] Otros factores han contribuido a disminuir la demanda de empleadas del hogar: la mecanización, robotización y domotización de muchas tareas domésticas que ha disminuido, en general, el tiempo que hay que dedicar a estas tareas; el suministro de agua corriente y agua caliente, electricidad, gas y otros combustibles y la incorporación de materiales más duraderos y fáciles de limpiar, que han reducido parte del trabajo desarrollado para conseguir agua, calentar agua, lavar, cocinar, etcétera.
Estos incluyen países de Oriente Medio, Hong Kong, Singapur, Malasia y Taiwán.
Los trabajadores domésticos provienen de Filipinas, Tailandia, Indonesia, India, Bangladés, Pakistán, Sri Lanka y Etiopía.
Si existen personas mayores o discapacitadas en la casa, los trabajadores domésticos cuidan de ellos.
En su defecto el contrato de trabajo se presumirá concertado por tiempo indefinido y a jornada completa.
Dependiendo del país se establecen unas cotizaciones relacionadas con el tiempo de trabajo y el salario correspondiente que puede estar regulado.
La evolución social ha reducido en buena medida esta circunstancia que todavía permanece para el cuidado de ancianos, en grandes mansiones y en algunos países subdesarrollados.
Vivir en casa del empleador en principio facilitaba techo y alimentos pero, en muchas ocasiones, se convertía en el único pago o recompensa al trabajador doméstico, sobre todo cuando eran niños o niñas o adolescentes ya que en ocasiones sufrían acoso y abuso sexual que aún hoy las trabajadoras del hogar siguen sufriendo.
En el caso de los sirvientes varones y mayordomos consiste en un traje simple, con una camisa blanca, en ocasiones con una corbata, también pueden llevar una bata.
A menudo, ello se traduce en días laborales sin descanso y poco tiempo libre.
Esta ley reemplazó al estatuto especial anterior establecido por el decreto-ley 326/56 y el decreto 7.979/56 que regían desde 1956.
[25][26][27] En el Perú, el trabajo doméstico en domicilios o residencias privadas es realizado mayoritariamente por mujeres, quienes desempeñan tareas cuidado de niños y adulto mayor, aseo, cocina, limpieza, etc.[28] El trabajo doméstico remunerado se rige por la Ley n°.
Aun así, para el 2023 solo el 6% de las trabajadoras del Hogar afirmaban tener un contrato.