Silvia Federici

[2]​ En la década de 1980 trabajó durante varios años como profesora en Nigeria.

De esta forma aportó una nueva perspectiva al análisis marxista y materialista del trabajo.

[4]​ En la actualidad es profesora emérita de la Universidad Hofstra en Nueva York.

Creció en el norte de Italia, en la región Emilia-Romaña, zona comunista y antifascista[1]​.

Durante la guerra, su familia se mudó al campo, porque la ciudad de Parma era bombardeada todas las noches.

Para ello, obtuvo la beca Fulbright [8]​para viajar a Estados Unidos en 1967, a la Universidad de Buffalo (en inglés, State University of New York at Buffalo), lugar central de estudios fenomenológicos en dicho país.

Estando ahí, el movimiento estudiantil le pareció mejor, incluso para cambiar el tema de su tesis a uno sobre Lukács y decidir estudiar su doctorado ahí.

En 1972, Federici participó en la fundación del Colectivo Feminista Internacional en Padua, Italia, organización que puso en marcha la campaña internacional Wages For Housework (WFH) a favor del salario por el trabajo doméstico.

Publicó una serie de trabajos en este campo, incluyendo el aclamado Calibán y la bruja: la mujer, el cuerpo y la acumulación originaria (Autonomedia, 2004), que fue traducido a numerosos idiomas.

Mujeres, cuerpo y acumulación originaria (Caliban and the Witch: Women, the Body and Primitive Accumulation) donde desarrolla las teorías de Leopoldina Fortunati.

La discriminación viene del hecho de que este trabajo es inapreciable.

Esto está ligado a la expropiación colonial y proporciona un marco para la comprensión de la labor del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y otras instituciones que promueven activamente y participación en un nuevo ciclo de acumulación primitiva, por la cual bienes básicos como el agua, las semillas, incluso nuestro código genético están siendo privatizados en lo que equivale a una nueva ronda de apropiación de bienes básicos relacionados con la supervivencia.