[3] Así justifica el uso de la extrema violencia ejercida contra las mujeres como un método sistemático de subordinación, base del Estado moderno.
Los movimientos sociales y la crisis política en la Europa medieval, Federici intenta mostrar que el capitalismo no es el resultado de un desarrollo evolutivo, sino que es la respuesta que dieron las clases dominantes a las rebeliones que el proletariado medieval había librado contra el poder feudal.
[5] El segundo capítulo, La acumulación del trabajo y la degradación de las mujeres.
Calibán y las brujas del Nuevo Mundo, Federici investiga las continuidades entre la caza de brujas europea y el dominio de las poblaciones del Nuevo Mundo, para mostrar el carácter global del desarrollo capitalista.
Justifica así la inclusión del salvaje Calibán en el título de la obra.