En tercer lugar por voto popular quedó el Partido Demócrata Progresista, que tuvo una gran recuperación con respecto a los anteriores comicios y obtuvo 14 escaños.
En ese momento existían trece provincias, lo que junto a la Capital Federal daba un total de catorce distritos electorales.
El sistema electoral empleado era el de mayoría y minoría o lista incompleta, bajo el cual los dos partidos más votados obtenían toda la representación.
También el sistema adoptó el Panachage el cual dio a los electores la posibilidad de tachar o adicionar candidatos en las listas.
[7] En algunas provincias, con tan solo dos diputados de representación, el escrutinio era en la práctica mayoritario, con las dos bancas correspondiendo al partido más votado.