Hugo Wast

Recibió instrucción primaria en el Colegio Santo Tomás, bajo la dirección de la orden de los escolapios; desde su infancia mostró vocación por la literatura y publicó alguna obra juvenil en los periódicos locales, en la que mostró ya predilección por los temas del heroísmo romántico que desarrollaría más tarde.En 1902 comenzó estudios de derecho en la Universidad de Santa Fe; mientras tanto, continuó su producción literaria, acometiendo durante las vacaciones su primera novela, Alegre, que vería la luz tres años más tarde.Escribió también teatro, poesía y ensayo, defendiendo el creacionismo del dogma católico ante la teoría de la evolución.[8]​[9]​ Comenzó a escribir artículos para el periódico conservador La Nación y la revista satírica Caras y Caretas mientras emprendía la redacción de una segunda tesis, más modesta, titulada El salario, con la que se doctoraría a fines de ese año.[11]​ Durante los años diez continuó una intensa actividad literaria y en 1914 fue uno de los fundadores del Partido Demócrata Progresista.Poco más tarde renunciaría, junto con José Félix Uriburu, Julio Argentino Roca (hijo) y otros, al PDP (Partido Demócrata Progresista), tras hacerse evidente el predominio de los socialdemócratas en este.[14]​ En 1927 abandonó la Argentina para viajar con su esposa e hijos durante un quinquenio por Europa y Estados Unidos.No volvería a la Argentina hasta después del golpe de 1930, en que el general José Félix Uriburu ―con quien compartiera su adhesión al Partido Demócrata Progresista (PDP)―[15]​ depuso al presidente democrático Hipólito Yrigoyen iniciando un periodo de corrupción llamado Década Infame.Centrado en la Argentina, la novela de Martínez Zuviría postulaba sin embargo un Kahal supremo, con sede en Nueva York, que dirigiría la conjura judía mundial.[21]​ En 1944, sin embargo, recibió un duro golpe cuando el cónsul alemán en Argentina fue descubierto realizando tareas de espionaje para el Eje; la publicación nacionalista El Pampero reveló la intervención de Martínez Zuviría en el asunto, y debió renunciar a su cargo.Sin embargo, las medidas favorables a los judíos del gobierno de este ―que permitió por primera vez a los conscriptos judíos celebrar sus fiestas religiosas, reconoció la legitimidad del Estado de Israel y estableció relaciones diplomáticas con este, entre otras medidas― lo llevaron a alejarse, esta vez definitivamente, de la acción política.[22]​ En 2021 se reflotó la idea con la iniciativa del concejal radical Alfredo Sapp, sin embargo, no obtuvo el consenso de los vecinos por las complicaciones operativas que los obligaría a cambiar su domicilio, lo que llevó al rechazo en agosto de 2023 por parte del peronismo cordobés.
Detalle de su tumba en el cementerio de la Recoleta.