Otros teóricos modernos de la democracia económica incluyen David Schweickart y Richard C. Cook.
Otras propuestas secundarias abarcan la promoción de cooperativas, comercio justo, renta básica universal o crédito social, y la promoción del desarrollo a través de iniciativas a nivel local o regional.
Según los proponentes, el problema económico básico de las sociedades modernas es que la población no obtiene los ingresos suficientes para consumir la producción total (en general, la demanda agregada o la demanda efectiva es menor que la oferta agregada, tanto a nivel mundial como en muchos países en particular, o en regiones de países específicos).
Además, en la medida que los recursos económicos (ya sea los naturales o los producidos o modificados por el hombre) son monopolizados por centros "imperiales", se terminan imponiendo condiciones de escasez artificial a las grandes mayorías, y provocando desequilibrios socioeconómicos de gran escala.
Pero cuando los consumidores no pueden comprar los bienes que están siendo producidos, la "confianza de los inversionistas" tiende a decaer, provocando descensos tanto en la producción como en el empleo, generando así una crisis o inestabilidad.
Adam Smith y sus seguidores no tuvieron en cuenta el efecto real de los "ingresos retenidos".
[12] En general lo anterior significa que la economía moderna sobreproduce o no utiliza plenamente los recursos disponibles, especialmente el trabajo.
En países o sociedades específicas, ha significado la transformación de los bienes comunitarios (ver, como ejemplos, dehesa y ejidos) en bienes privados, creando así una situación de control monopólico sobre los recursos necesarios para la actividad económica.
Central a las propuestas de la democracia económica es la percepción que en muchos casos tal escasez es un fenómeno artificial.
[13] En su "Prefacio a la democracia económica",[14] Robert A. Dahl dice que una sociedad agraria en los EEUU sufrió "una transformación revolucionaria a un sistema nuevo de capitalismo comercial e industrial que generó automáticamente profundas desigualdades de riqueza, ingreso, estatus y poder".
La alternativa más propuesta en la época moderna -propiedad estatal- igualmente priva a las comunidades del uso de esos recursos.
Ese traspaso genera el dinero, la liquidez necesaria, para mantener en funcionamiento la economía dominante.
Adicionalmente, se promueven -a través del FMI, etc- políticas que buscan apoyar las prácticas económicas de ese país.
En su “Gran Transformación”, Polanyi sostiene que, mientras los estados modernos y la economía del mercado crecen bajo el capitalismo, ambos son mutuamente dependientes entre sí para su desarrollo funcional.
Con relación a eso, Luther King sugiere: Algunos consideran que tanto el pleno empleo como un ingreso mínimo garantizado son imposibles bajo las restricciones del presente sistema económico, por dos motivos principales.
En el mundo real, la democracia económica será más compleja y menos pura que esta abstracción.
Desde esta perspectiva, los salarios son un costo, y por ende, algo que ha de disminuir.
Adicionalmente ese residuo -dividido entre los trabajadores- no puede ser inferior al ingreso mínimo determinado por ley.
Ese empleo podría consistir en ingreso mínimo garantizado, con o sin obligación de efectuar trabajo social.
Para otros[32] el sistema bancario de inversión debe combinar lo internacional y lo local.
Para ese autor, naciones pequeñas o regiones aisladas están condenadas, si no al fracaso, por lo menos a trabajar en situación de desigualdad, al carecer de acceso a recursos naturales variados y mercados amplios.
[7] Desde ese punto de vista, hay tres elementos que pueden ser considerados: A) organización general del sistema financiero.
Las diferencias entre los dos tipos de crédito son que el crédito financiero es creado sin límites, por lo tanto es inflacionario, mientras el real corresponde exactamente a la producción de la sociedad, en otras palabras, sería dinero "real", respaldado por los bienes y servicios que realmente existen en la sociedad.
Por lo tanto el crédito social no es un préstamo que deba ser reembolsado o tenga un precio (interés).
Calculando un cierto porcentaje para inversiones, etc, eso dejó solo 9 billones 210 mil millones para el consumo.
Si esa diferencia fuera la base del crédito social, correspondería a un valor aproximado de 12 mil dólares anuales por habitante.
En su lugar, se crearía un Banco Nacional de la Infraestructura, prestando a cero interés, etc.
Para otros[32] el sistema bancario de inversión debe combinar lo internacional y lo local.
Todo lo anterior plantea un problema: cuál es -o como se establece- la diferencia entre lo local y lo general.
Considérese el siguiente ejemplo: en un lugar particular -con economía deprimida o altos niveles de pobreza- existen, una al lado de la otra- dos empresas: la primera produce un producto que "se exporta" a alguna otra región -por ejemplo, un componente para automóviles o algún tipo de maquinaria o materia prima- La otra es una lechera que produce no solo leche sino también productos derivados para venta primariamente a nivel local.