Colonia argentina en el estrecho de Magallanes

En los siguientes años Chile pudo, en soledad, consolidar su soberanía en el Estrecho de Magallanes e irradiar su influencia en la región austral gracias a la posesión del único centro urbano sobre ese vital paso marítimo,[2]​[3]​ lo que finalmente se ratificaría en el tratado argentino-chileno de 1881 que definió la frontera en el sur del subcontinente.En las primeras décadas del siglo XIX, la región que enmarca esta vía marítima era aún tierra exclusivamente habitada por indios tehuelches o patagones, mejor definidos regionalmente con el etnónimo: aónikenk.Estaba integrada por el que luego sería intendente de Chiloé Domingo Espiñeira, Diego Antonio Barros[5]​ y Santiago Ingram.[9]​ La misma se realizó en parte de la sección oriental, es decir en un sector comprendido entre la cordillera andina y el Atlántico, por lo que desde dicho momento Chile comenzaba a reclamar derechos de posesión en el tramo que se reivindicaba la nación del Plata, si bien el texto indica que la acción colonizadora se realizó respetando los límites definidos en la constitución de Chile vigente en esa época (Andes hasta el Pacífico) El agregado de “i su territorio” daría posteriormente argumento a los cancilleres chilenos a que el litigio con la Argentina no se limitase solo a las costas del estrecho, por lo que a la posesión chilena ininterrumpida del mismo le otorgaba también la de una superficie tierra adentro mucho mayor, por lo menos hasta el río Santa Cruz.A este problema con los chilenos se le estaba sumando en ese momento otro, ya que entre los británicos y los aborígenes se habían generado ciertas rispideces por el escamoteo que habían comenzado a hacer los apostólicos de los regalos que en el comienzo les habían dispensado a los nativos para ganar inicialmente su confianza -y así luego poder redimirlos-.Igualmente, poco podía hacer la Argentina de presencia soberana austral ya que durante buena parte del siglo XIX su escuadra solo poseyó algunos modestos barcos fluviales.[21]​[22]​ Casimiro Biguá era un antiguo conocido en el asentamiento chileno de Punta Arenas.En 1862, el marino trabó amistad con el caciquillo y lenguaraz Casimiro Biguá (también conocido como Casimiro Bivois), en ocasión en que este había llegado a Punta Arenas para comercializar carne de guanaco.Su padre había muerto en una pelea con un mapuche cuando él tenía alrededor de 2 años.[25]​ Casimiro estaba asentado en el estrecho desde enero de 1849 negociando y entablando relaciones comerciales con Punta Arenas, pero por distintas vicisitudes la relación entre él y las autoridades de la colonia chilena se había dañado, estaba inmersa en una etapa conflictiva.[26]​ Tenía dotes diplomáticas y cierto prestigio entre los tehuelches,[27]​ lo que sumado a su habilidad para componer alianzas y a sus prolíficos lazos de parentesco, albergaba notables expectativas políticas, no solo entre los de su etnia, ya que hablaba fluidamente el castellano y sabía comportarse entre personas “cristianas” como uno más, al igual que lo hacía entre los indios.[28]​ Asimismo, mantenía buenas relaciones con los colonos de las islas Malvinas así como también con europeos, principalmente británicos.Ambos concordaron en que el oriente del estrecho debía corresponderle a la soberanía de la Argentina.Allí tuvo su segundo encuentro con Casimiro, ahora este último con el título de Cacique.El cacique fue definitivamente ganado, mediante dádivas, honores y agasajos, para la causa argentina.[35]​ En ese mismo año, llega una partida de indígenas a Punta Arenas, antiguos conocidos del gobernador, portando una bandera argentina (hasta esa ocasión habían ingresado con la chilena).En una segunda propuesta, más ventajosa para la Argentina, del lado continental se formaba un «triángulo» mediante una línea oblicua trazada desde la bahía San Gregorio hasta el punto de intersección de la cordillera andina con el paralelo 50°S.Sin embargo, Piedrabuena esperó inútilmente dos meses y medio en Buenos Aires, hasta que consiguió entrevistarse con el sucesor de Mitre en la presidencia, Domingo Faustino Sarmiento; el resultado del encuentro afectaría hondamente al marino.Piedrabuena escribió un memorándum donde deja constancia de la respuesta que recibió su pedido brindada por el presidente Sarmiento.La navegación fue tortuosa a causa de las tormentas que lo acompañaron sin cesar.Finalmente se embarcó, junto con G. H. Gardener y otros dos hombres, hacia el estrecho.Intentó hacer tierra en la entrada del mismo para colocar la baliza, pero furiosos temporales se lo impidieron, por lo que pone rumbo nuevamente hacia Punta Arenas.Advertido Viel, este ordenó desarmar la construcción y obligó al marino argentino a retirarse del paraje.Allí se entrevistó con Casimiro, a quien le advirtió que esté atento ante próximos movimientos de las autoridades puntarenenses.
Jurisdicciones políticas actuales en la zona del Estrecho de Magallanes .
Toma de posesión del territorio de Magallanes, reproducción del hecho.