Marcos Paz

Hizo una carrera militar modesta: era edecán del general Ángel Pacheco en los días anteriores a la batalla de Caseros.

En ese contexto, Paz fue enviado en misión diplomática a Córdoba y Tucumán, pero terminó arrestado por orden del presidente Santiago Derqui, aunque logró escapar.

Acompañó a Paunero en su campaña al interior del país, como enviado personal de Mitre.

Prohibió toda actividad opositora e hizo elegir una nueva legislatura, que actuó como si jamás hubiera existido gobierno alguno en Córdoba.

Por último, se aseguró la renuncia del gobernador federal de Salta, donde colocó al general Anselmo Rojo.

Fue elegido presidente del senado y llamó a elecciones, en las cuales el único candidato era Mitre.

Ingenuamente, creyó que podrían vencer en tres meses; les tomó cinco años.

La gestión de Paz tuvo como objetivo casi exclusivo proveer a los ejércitos que llevaban adelante la guerra.

El propio Mitre tuvo que regresar del frente para dirigir la represión, que terminó siendo sorprendentemente corta: los dos mayores ejércitos federales fueron vencidos en dos batallas, casi el mismo día, y desde entonces sólo quedaron grupos aislados.

La situación económica se hizo realmente peligrosa, y Paz era criticado con dureza; terminó llamando a Mitre de regreso, casi con desesperación.

Los hijos de dos presidentes, uno en ejercicio y el otro que llega al cargo en 1868.

Colección de escritos de Marcos Paz, publicados en 1873.