Su padre fue un abierto partidario de la Corona española y tras la Independencia, los patriotas le confiscaron sus bienes sumiendo a la familia en la pobreza, situación que marcó fuertemente su infancia.
Mediante la gestión de su hermano José Miguel, profesor de filosofía del Instituto Nacional, se trasladó a Santiago e ingresó al Instituto Nacional.
Desde este último cargo se preocupó especialmente de mejorar la calidad de la educación ya que sostenía que el Instituto estaba destinado a formar ciudadanos.
También se preocupó de impulsar la actividad literaria y participó, junto a profesores del Instituto en la organización y fundación de la Sociedad Literaria, en 1839.
No pudo continuar con la publicación debido a que enfermó gravemente durante todo el año 1885.
Actualmente se encuentra sepultado en el Cementerio General de Santiago, específicamente en el patio N.° 16.
Sin embargo, sus prendas se hicieron sentir de un modo particularmente extraordinario junto a su amigo, el presidente Manuel Montt Torres, con quien compartió no sólo doctrinas políticas, sino también diversos otros campos del quehacer humano.
Se crearon las ciudades Puerto Montt y Puerto Varas muy cercana, comparten el pedestal de la misma estatua y sus tumbas están una al lado de la otra.