Centenario argentino
En 1910, poco antes de los festejos por el Centenario, las dos centrales obreras se lanzaron a una huelga general.[2][3] La población de Argentina crecía rápidamente, debido a la masiva inmigración desde Europa.Si bien la gran mayoría de ellos, en poco tiempo, se fueron integrando al tejido social y conformaron la base del importante estrato social medio argentino, otro grupo conformó la incipiente fuerza obrera compuesta por trescientos mil trabajadores.Los festejos se llevaron a cabo bajo el estado de sitio declarado por el entonces Presidente José Figueroa Alcorta,[4] a causa del sabotaje y boicot que movimientos anarquistas buscaban realizar al mismo.Estas demandas respondían a la represión que los trabajadores y sus dirigentes venían sufriendo como respuesta a luchas, como las de la Semana Roja, un año antes, contra las condiciones brutales de explotación que vivían.Italia fue representada por el profesor Ferdinando Martini y Alemania por el General Colmar von der Goltz.Vinieron además representaciones de Uruguay, Paraguay, Francia, Rusia y Holanda.Gran Bretaña justificó su inasistencia debido al fallecimiento del Rey Eduardo VII.A su vez Carlos Thays, el arquitecto y paisajista francés era reconocido a nivel mundial por el embellecimiento del Parque Tres de Febrero y la construcción del Parque Centenario.Además llegaron a Argentina intelectuales, escritores y periodistas: Ramón del Valle Inclán, Jacinto Benavente, Vicente Blasco Ibáñez -estos tres, españoles-, Georges Clemenceau, Jean Jaurès, Anatole France y Jules Huret -estos cuatro últimos, franceses-.Rubén Darío, poeta nicaragüense, máximo representante del modernismo literario en lengua española, también estuvo presente.