Los cerdos fueron domesticados en Mesopotamia alrededor del 13.000 a. C.[1] La charcutería es la rama de la cocina dedicada a los productos cárnicos preparados, como bacón, jamón, salchichón, terrinas, galantinas, patés y confit, principalmente de cerdo.
La única carne "cruda" que los charcuteros podían vender era manteca de cerdo.
También se preparan de esta forma el cerdo despresado, principalmente el pernil (muy común en la gastronomía navideña venezolana).
Por su parte, la piel también se consume frita en su propia grasa bajo la forma de chicharrón.
Algunas piezas encontradas en salazón hoy en día suelen ser las costillas y el tocino.
La carne de cerdo también se suele estofar o guisar con verduras diversas.
[10] El FSIS, que forma parte del USDA, recomienda actualmente cocinar la cerdo picado a 160 grados Fahrenheit (71,1 °C) y los cortes enteros a 145 grados Fahrenheit (62,8 °C) seguidos de 3 minutos de reposo.
[11] Los cerdos pueden ser portadores de varios helmintos, como ascárides, oxiuros, anquilostomas.
La carne de cerdo cruda y poco cocinada también puede causar otras enfermedades, como la toxoplasmosis.
[12] Casi todos los brotes en Estados Unidos se han atribuido a la carne de cerdo.
Pero éstos no comeréis de entre los que rumian o de entre los que tienen la pezuña dividida en dos: el camello, el conejo y el damán; pues aunque rumian, no tienen la pezuña dividida; para vosotros serán inmundos.
No obstante, hubo una ley tácita que prohibía a los cristianos consumir carne (incluyendo, por tanto, la de cerdo) todos los viernes del año.