En la cocina española consumidas de forma frescas o en salazón como elemento cárnico de estofados y cocidos.Es uno de los ingredientes del cocido madrileño,[1] y es frecuente verlo servido como tapa.Su textura gelatinosa debido a la presencia de cartílago, hace que se elaboren caldos con texturas agradables.En la gastronomía peruana se consumen en dos platos populares: patitas con maní y sarza de patitas.[2][3][4] En Venezuela son empleadas principalmente incluyéndolas en los platos de leguminosas como los llamados frijoles bayos, caraotas blancas o lentejas.