Capitalismo comercial o capitalismo mercantil son expresiones historiográficas que definen la primera fase en el desarrollo del capitalismo como sistema económico y social (en términos del materialismo histórico o marxismo, como modo de producción -modo de producción capitalista-) en Europa entre el siglo XV y el siglo XVIII.
[6] En Europa, el capitalismo mercantil se convirtió en una fuerza económica importante en el Siglo XVIII.
La era mercantil llegó a su fin en el siglo XVIII, dando paso al capitalismo industrial.
No obstante, las formas del capitalismo mercantil pervivieron en determinadas zonas, como el sur de Estados Unidos, donde la economía esclavista de plantación restringió el desarrollo del capitalismo comercial (limitando el mercado de bienes de consumo) e impidiendo la legislación económica propuesta por los legisladores del norte (reforma monetaria y bancaria,[7] ferrocarril transcontinental,[8] incentivos para los asentamientos en el Oeste) para integrar las economías de los Estados y asegurar el crecimiento del capitalismo industrial.
Las empresas mercantiles pueden respaldarse por un número relativamente bajo de inversores privados, que actúan como intermediarios entre los simples productores de bienes[10] e intercambian entre sí el crédito.