Finalmente decidió marchar a Gascuña para socorrer al conde de Lancaster, que contendía con un ejército enemigo mucho mayor.
Viraron luego al norte y se vieron atrapados en un territorio que los franceses habían dejado sin abastos.
Sus espías habían descubierto el plan inglés, pero carecían de dinero para reunir tres ejércitos en las zonas que Eduardo pensaba atacar.
[13] Durante 1345 Derby había llevado a cabo una campaña relámpago por Gascuña al frente de un ejército anglo-gascón.
[27][30] Sin embargo, la población estaba harta de una guerra que parecía infructuosa y sin sentido, y el Parlamento anterior, en junio de 1344, había reclamado al rey que le pusiese fin, bien por las armas o mediante una paz honrosa negociada con el enemigo.
[33] Este debía concentrarse junto a Portsmouth en febrero, pero la reunión se pospuso primero dos meses, y luego otro más.
[35][36] La Corona temía asimismo que la marcha del ejército a Francia dejase inerme la costa sur ante posibles incursiones enemigas, como había sucedido en 1338 y 1339.
Para evitarlo, se aplicó una serie de medidas defensivas, como encuadrar a la población costera (hasta veinticuatro kilómetros tierra adentro) en grupos con jefes locales.
[46] Por su parte, mediante la requisición de barcos, Eduardo reunió la mayor flota inglesa que nunca el reino hubiese conocido: la formaban setecientos cuarenta y siete naves.
Como no todos los barcos habían alcanzado el lugar de reunión previsto, la flota se detuvo en Yarmouth para esperar a las naves que faltaban.
[44][52][53][54] Por entonces la flota genovesa aún estaba muy lejos del principal puerto francés de la costa occidental, La Rochela, en el Cantábrico.
Esta pausa era necesaria principalmente para que descansasen los caballos de la larga travesía, pues llevaban dos semanas encerrados en las naves.
[37] Eduardo pretendía realizar una cabalgada a través de territorio francés para mermar la riqueza y el ánimo del enemigo.
La flota inglesa seguía por mar al ejército, saqueando y arrasando las costas (las tripulaciones podían llegar hasta ocho kilómetros tierra adentro); el botín obtenido fue tan grande que algunos barcos desertaron, colmadas sus bodegas de saqueo.
[74] Bertrand derruyó los puentes para tratar de frenar el avance inglés,[55] pero los cuarenta carpinteros que acompañaban a Eduardo los reparaban velozmente.
[82] La dirección del ejército inglés era neta y algunos historiadores afirman que ya por entonces se dirigía a Calais.
[85] Dejaron guarniciones en algunas plazas, como Caen y Carenten, a las que los franceses apresaron al poco de haberse ido el ejército enemigo.
Eduardo le respondió que se encontraría con él al sur del Sena, sin dar más detalles.
[113][114] Mientras esperaban la llegada del enemigo, los ingleses fortificaron el campamento, cavaron fosas ante sus posiciones e instalaron varios cañones primitivos.
Finalmente no esperaron, sino que lo hicieron esa misma tarde; las fuentes contemporáneas no aclaran si esto se debió a la decisión del rey o si los caballeros franceses, ansiosos por acometer al enemigo, precipitaron el comienzo de la batalla en contra de los deseos del monarca.
[126] Las cargas francesas continuaron hasta la noche, siempre con el mismo resultado: una denodada lucha que acababa con la retirada.
[130] Según el historiador Andrew Ayton, la victoria inglesa no tenía precedentes y fue una gran humillación militar para los franceses.
[140] Una gran operación de avituallamiento se llevó a cabo tanto en Inglaterra como en Gales para asegurar el abastecimiento del ejército sitiador, que también recibió mercancías por tierra desde Flandes.
Estas acometidas desbarataron completamente las defensas francesas y llevaron la guerra del corazón de Gascuña a unos cien kilómetros allende sus fronteras.
[146] Desde junio, Felipe había tratado de que los escoceses cumpliesen lo estipulado en la Auld Alliance con Francia e invadiesen Inglaterra.
[149] El triunfo les permitió disponer de más recursos para la guerra en Francia y que los condados fronterizos del norte pudiesen asegurar la frontera con sus propios medios.
[150][151] Aunque solo tres mil hombres de armas se habían reunido finalmente en Compiègne, el tesoro francés no contaba con medios para pagarles.
[161] En mayo, junio y julio los franceses trataron de que los convoyes llegasen a la ciudad cercada, pero fracasaron.
Concedió además varios miles de perdones a los delincuentes que habían participado hasta el final en la campaña.
Eduardo hizo poco después una serie de incursiones en las que penetró casi cincuenta kilómetros en territorio francés.