Batalla de Blanchetaque

Aunque no tuvo la envergadura ni la notoriedad de la batalla de Crécy, librada dos días después, se puede decir que sin la victoria en Blanchetaque nunca hubiese sido posible la derrota del ejército francés en Crécy, pues sin cruzar el río Somme se encontraban en una posición muy desfavorable, rodeados por los franceses.

Las fuerzas francesas se replegaron rápidamente, empleando lo que más tarde sería conocido como táctica de tierra quemada, destruyendo todo lo que encontraron en la retirada, en un intento de dejar hambrientos a los ingleses en su avance.

Este hecho aterrorizó a París, causando una gran alarma entre la población, sin embargo podía suponer una ventaja francesa, ya que el ejército inglés se encontraba rodeado en los ríos Sena y Somme, ambos infranqueables.

Sin embargo, Eduardo III estaba determinado a romper el bloqueo francés del Somme, y lo intentó en varios puntos a finales del mes de agosto, atacando sin resultados Hangest-sur-Somme y Pont-Remy, antes de desplazarse al norte, hacia el estuario del río, buscando un vado por el que poder atravesarlo.

La fuerza francesa se distribuyó en tres líneas a lo largo de la pendiente, con los mejores soldados, unos 500 hombres armados, posicionados en el centro.

Blanchetaque era el último punto de paso posible antes de llegar a la costa y el ejército inglés no habría podido luchar o marchar como una unidad cohesionada sin la comida y las provisiones que esta victoria les ofreció.

De las bajas inglesas se sabe menos, pero tuvieron que ser sustancialmente inferiores a las francesas.