Su nombre es una derivación del latín flamma aurea, “llamas doradas”, y alude a la forma y el color de dicha enseña.
Su forma primitiva era la de los pendones empleados por la Iglesia, o sea cuadrada, terminando en varias puntas y fija a un travesaño colocado perpendicularmente en lo alto de un asta dorada.
La última vez que se hizo uso de ella fue en la desastrosa batalla de Azincourt (1415), siendo rey de Francia Carlos VI, pues su sucesor, Carlos VII, al expulsar del suelo francés a los ingleses y reorganizar el reino, empleó la bandera blanca, que constituyó la nueva enseña de la casa real francesa.
Dicha oriflama era la Real y se colocaba junto a la del Almirante o Capitán General, y a la de San Jorge, patrón del Reino de Aragón.
Gente notable que ha llevado la oriflama (lista incompleta):