Nuestra Señora del Buen Consejo y San Leopoldo (1743)

Durante este período, varios documentos denuncian que regresaba cargado de caudales a Cádiz desde Veracruz y La Habana.“El Oriflama” no responde al cañonazo disparado ni a la bandera de señales izada como aviso en “El Gallardo”, por lo que dispone que un bote se dirija hacia el otro barco, distante unas dos leguas (9,6km).Desde su partida habían echado 78 cadáveres al mar, quedaban a bordo 106 enfermos graves, y sólo 30 hombres podían maniobrar en forma limitada las velas inferiores, siendo incapaces de subir más arriba de la primera cofa.No obstante, la calma que había posibilitado la reunión de ambos navíos, se transformó de improviso en un viento fuerte del norte que impidió el acercamiento del bote con provisiones.Ante esto, Ezpeleta ordenó arriar las velas para mantener su posición, y dispara un segundo cañonazo para que “El Oriflama”, con el viento a su favor, viniese hacia El Gallardo, pero El Oriflama, sin hacer caso ni demostración ninguna, claramente a la deriva, alejándose de El Gallardo.Prosiguió la vuelta de afuera, que había emprendido con las cuatro principales rizadas y el sobremesana.Desarbolado a ras de cubierta con la popa separada de la proa, y con alrededor de ocho hombres en el bauprés pidiendo socorro, el navío Nuestra Señora del Buen Consejo y San Leopoldo alias El Oriflama se pierde para siempre con su tripulación bajo una fuerte tempestad, la que impidió cualquier ayuda desde el mar o desde la tierra.Sin embargo, pese a todos los esfuerzos, poco se pudo rescatar y se informó "Que durante todo el tiempo que se encontraban en el sitio, no habían visto la mar tranquila tres días, por lo que consideraba casi imposible el rescate[5]​ aún en caso de encontrar la carga.
Plano de corte del casco de El Oriflama .
Maqueta de exposición del Navío de Línea Nuestra Señora del Buen Consejo y San Leopoldo alias "El Oriflama", ubicada en la sala museo Oriflama, Curepto Chile
Documento de autorización y registro de la carga que portaba "El Oriflama".
Página 206 del manifiesto de carga de El Oriflama, que detalla parte de la carga, en el detalle está un cargamento de pimienta, y una muestra de la pimienta hallada en el sondaje al pecio.
Parte del Manifiesto de carga que indica la entrega de parte del cargamento de cristales.
Vista general de la Vitrina que guarda los objetos hallados en el sondaje que se hizo en el pecio de "El Oriflama, esta vitrina y objetos se encuentran en el Museo Histórico Religioso de Curepto.
Documento redactado por Francisco Antonio López y Sánchez relativo a la búsqueda del Oriflama después de su Naufragio.
Monedas de contabilidad de bronce llamadas "Jettones" encontradas en el Sondaje al Pecio.
Trozo de madera y clavos de hierro forjado pertenecientes a El Oriflama, piezas obtenidas del sondaje, actualmente en el Museo Histórico Religioso de Curepto.
Trozos de bronce, extraídos en el sondaje al pecio.
Piezas de hierro pertenecientes a herramientas portadas como carga.
Trozos del fino cristal de la Real Fábrica de Cristales de San Ildefonso.
Trozos de madera pertenecientes a una elaborada asa de algún cuchillo, en madera de guallacán (árbol caribeño).
Monedas de bronce.
Monedas de bronce.
Monedas de bronce.
Contexto en que se encuentra el pecio del Nuestra señora del buen consejo hoy, demarcado por un tubo de sondaje puesto posterior al descubrimiento, los restos hoy descansan bajo 2 metros de agua y 7 metros de arena. La forma de la playa ha cambiado considerablemente cuando se hundió en 1790, la playa estaba 1 km más a tierra, y antes del terremoto del 2010 estaba 160mts más hacia el mar, por lo que al realizarse el sondaje estaba en playa seca.
Detalle de una de las pequeñas monedas de bronce encontradas.
Lugar exacto del pecio del Nuestra señora del Buen Consejo, donde se aprecia el tubo de sondaje puesto posterior al descubrimiento.