[3] Este acto de represalia tuvo como objetivo aterrorizar a la población civil y desmoralizar al bando republicano.
[5] Entre los participantes destacó el piloto Joaquín García-Morato, considerado el máximo as de la aviación española hasta la fecha.
También cayeron algunas bombas en las inmediaciones del Barranco Hondo, la Corona y la Huerta Baja, en las afueras de la población.
Esto explica que la mayor parte de las 157 víctimas mortales sean mujeres y niños.
Finalmente el ayuntamiento habilitó 35 refugios y otros 114 fueron, más pequeños, construidos por particulares en casas privadas.