En cambio, «la aviación franquista continuó todavía bombardeando y ametrallando ciudades y pueblos de la provincia de Gerona, buscando supuestos objetivos militares, cuya destrucción en nada cambiaría ya el curso de la guerra, y causando una gran mortandad entre la población civil que huía».
Murieron 16 personas, entre ellas varios niños que estaban jugando en el parque del paseo Nou.
Las calles llenas de ruinas y cascotes, muchas casas derruidas.
[5] Un niño vecino de Figueras que se había refugiado con su familia en uno de los pueblos vecinos recordó muchos años después: «Cuando volví a Figueras, el alma me cayó a los pies.
Se calcula que fueron afectados unos 500 edificios y varios colegios, el hospital, la biblioteca e incluso el cementerio.
[1] En cuanto al número de víctimas es difícil conocer el número exacto ya que en aquellas fechas Figueras era la última población importante entre Gerona y la frontera y paso obligado para todos los soldados y civiles que huían a Francia —se calcula que la atravesaban a diario unas 50.000 personas—.
El número de víctimas mortales aún podría haber sido mayor a no ser por los 15 refugios subterráneos existentes.