Aulós (instrumento)

Los romanos también usaron este instrumento y lo llamaban tibia para imitar el treno funerario de Medusa,[3]​ quien nada más tenerlo lo lanzó a lo lejos[4]​ porque se percató de que soplar el instrumento deformaba sus rasgos.

Si el instrumentista quería tocar con otra afinación, tenía que usar otros aulós o usar una extensión.

En la Antigua Grecia, se utilizaba el aulós para acompañar algunas formas de poesía como las elegías y los yambos.

[12]​ En otras ciudades el aulós estaba más de moda: Tebas era un centro renombrado.

Sirvió el aulós para la glorificación del culto orgiástico de Dioniso y los lacedemonios lo usaban como clarín.

[16]​ En la cultura ibérica también se han encontrado representaciones de aulós como la famosa Auletris de Osuna del siglo III-II a. C. Probablemente el aulós era utilizado en contextos ceremoniales por la influencia griega o fenicia-púnica.

Ningún instrumento de la antigua Grecia ha sido representado con tantos errores por nuestros contemporáneos.

Hasta mediados del siglo XX fue confundido con la trompa o más corrientemente con la flauta.

Existieron otros instrumentos de viento, pero se redujeron debido a que su técnica no era tan profunda como la del aulós.

En el siglo XV a. C., se sitúa al famoso auleta Olimpo, alumno de Marsias.

Habría compuesto varios temas sagrados y funerarios, que se conservaban en época de Aristóteles, quien los admiraba.

Luego arrojó el aulós y lanzó una maldición sobre cualquiera que lo recogiera.

El ganador tendría derecho a infligir la pena de su elección al perdedor.

Apolo cantaba acompañándose de la lira y exigió a Marsias que hiciera lo mismo.

Las lágrimas de sus amigos, ninfas y sátiros que vinieron a llorar formaron el río Marsias.

El aulós clásico se componía siempre de dos cañas (βόμϐυκες) distintas.

Los materiales más comunes para los auloi profesionales eran el hueso (de perro, asno, águila, buitre, cervatillo…), marfil, bronce y plata.

Hay que añadir las cañas de arcilla, piedra (Neolítico) y otros metales (cobre, oro).

Pero estos cálculos sólo pueden conducir a una aproximación, porque suponen un canal interior con el mismo diámetro que los agujeros.

En principio, los orificios para los dedos eran redondos y alineados en la parte superior del tubo.

Podía haber agujeros alargados para un tañido de oclusión parcial (del género enarmónico).

El aulós se representaba a menudo con cuatro agujeros por caña (juego sobre una octava).

Además era un cuestión totalmente natural, ya que se utilizaban los pulgares en oposición para mantener los tubos.

Un estrechamiento destinado a mantener la lengüeta en su sitio, la unía al ὑφόλμιον, que tenía la forma de un bulbo.

Hoy en día, la caña se utiliza para los oboes, clarinetes, fagots, etc.

El auleta (αὐλητήρ) introducía la caña en la boca, soplaba vigorosamente, haciendo vibrar las dos lengüetas y la columna de aire del instrumento.

Loa antiguos eran muy exigentes con las lengüetas: la caña debía haber crecido en el agua durante dos años.

Diodoro introdujo la «multiplicidad de agujeros» y los «caminos oblicuos» para el soplo.

Los instrumentistas de aulós utilizaban adornos musicales como los trinos, mordentes, etc., que se llamaban teretismoi (τερετισμοί) y niglaroi (νίγλαροι).

Sin embargo Varrón niega categóricamente esta conclusión, lo que implica una diferencia en la práctica entre los griegos y los romanos.

Detalle de una copa ática . Muchacho tocando el aulós inflando las mejillas. 460 a. C. Museo del Louvre .
Escultura que muestra un sátiro tocando dos aulós.
Auletris o auletrix ibera tañendo un aulós. Relieve en caliza encontrado en Osuna . Museo Arqueológico Nacional en Madrid .
Pelike representando un pastor tocando el aulós y montado sobre un carnero. Museo del Louvre. 470 a. C.
Competición entre Marsias y Apolo en un sarcófago romano (c. 290–300) .
Crátera que representa a Marsias tocando el aulós, Atenea y Apolo están a su derecha. Museo Británico , 410 a. C.
Concurso entre Apolo y Marsias.
Esquema de un aulós.
Dibujo de boquilla encontrada en Pompeya.
Vestigio de un diaulós, Museo Británico.
Restos de aulós con virolas.