En 2021 en la arquidiócesis existían 144 parroquias agrupadas en 10 zonas pastorales o foranías: Atessa, Casoli, Chieti, Chieti Scalo, Fossacesia-Casalbordino, Francavilla al Mare, Gissi, Guardiagrele, Scafa y Vasto.
La tradición atribuye su fundación a san Justino; aunque se ha documentado una ecclesia sancti Justini desde el año 840, la tradición que convierte a este santo en protoobispo de la diócesis teatina es bastante tardía y se remonta sólo al siglo XV.
[3][4] También es incierta la atribución del obispo Quinto, que participó en el concilio romano de 499 convocado por el papa Símaco.
[6] Según Francesco Lanzoni, ninguno de los obispos citados por las cronologías tradicionales anteriores al siglo IX debe considerarse auténtico.
Por lo tanto, tampoco es improbable que la diócesis de Chieti se remonta al menos al siglo IV, como, en general, las diócesis italianas de las regiones italianas más remotas".
[7] Los primeros obispos teatinos históricamente documentados se remontan sólo a mediados del siglo IX.
[8] La catedral teatina estuvo dedicada al apóstol santo Tomás al menos hasta finales del siglo XII y sólo más tarde se añadió el título de san Justino.
«Andavano dalla località Tremonti sul Pescara, sotto Popoli, per il Morrone (monte de Ursa), salivano a Coccia, gola angusta fra Sulmona e Palena, e scendevano al fiume Aventino passando fra Lettopalena e Palena per poi salire lungo i monti Pizzi e raggiungere il fiume Sinello; proseguivano quindi fino al monte di Treste, dove nasce il fiume omonimo, e passavano al monte degli Schiavi fino al fiume Trigno; seguendo il Trigno arrivavano al mare e dalla foce del Trigno, lungo la costa adriatica, giungevano alla foce del Pescara per tornare, risalendo il fiume, fino a Tremonti.»[12] Entre los siglos XII y XIV, a través de las donaciones de diversas tierras y feudos, se vincularon al cargo de obispo de Chieti los títulos de barón de Villamagna, Orni, Forcabobolina y Astignano y, más tarde, también el de conde de Chieti.
A partir del siglo XIII las grandes órdenes mendicantes florecieron en la diócesis y, paralelamente, se desarrolló un notable movimiento eremítico cuyo exponente más famoso fue Pietro dal Morrone (futuro papa Celestino V) quien fundó la ermita de Santo Spirito a Maiella en Roccamorice en 1254, el primer núcleo de la congregación de monjes celestinos.
[20] El 2 de marzo de 1982, mediante la bula Fructuosa ecclesiae del papa Juan Pablo II, dos nuevas sufragáneas fueron anexadas a la provincia eclesiástica de Chieti: Lanciano, que mantuvo sin embargo su dignidad arzobispal, y Ortona, unida aeque principaliter a Lanciano.
Al mismo tiempo, el arzobispo Vincenzo Fagiolo también fue nombrado obispo de Vasto.
[22] Una comunidad cristiana en la antigua ciudad romana de Histonium, la actual Vasto, está atestiguada por primera vez a finales del siglo V en las cartas del papa Gelasio I (492-496).
Si Vasto era, al mismo tiempo, también sede episcopal es una cuestión de interpretación controvertida».
[4] Además de Vasto, la nueva diócesis incluía 33 comunas: Archi, Atessa, Bomba, Carpineto Sinello, Carunchio, Casalanguida, Casalbordino, Colledimezzo, Cupello, Dogliola, Fraine, Fresagrandinaria, Furci, Gissi, Guilmi, Lentella, Liscia, Montazzoli, Monteferrante, Monteodorisio, Paglieta, Palmoli, Perano, Pietraferrazzana, Pollutri, Roccaspinalveti, San Buono, San Salvo, Scerni, Torino di Sangro, Tornareccio, Tufillo, Vasto y Villalfonsina.